Ya están todos

A falta de alguna incorporación de última hora, quizás la de Ciudadanos o de Vox, que parece andan reuniendo firmas, descontentos de uno u otro lado o, simplemente, por cuestión de ser marcas de moda; lo cierto es que los tres partidos con representación municipal han completado sus carteles.

Destaca sobremanera la velocidad de crucero que en poco más de dos semanas ha cogido el socialismo local. Ha pasado de una crisis interna, larvada durante toda una legislatura y que estalló hace quince días, a la presentación de una candidatura al completo arropando a Victorina Alonso. Cierto es que se quedan muchos pelos, nombres, en la gatera, pero también suben al carro alguna cara de interés. Sin tiempo aún para analizar más pormenorizadamente, todo apunta a una lista de menos nombres pero con más liderazgo con respecto a la de hace cuatro años.

Lo que va a deparar con los “históricos” y sus huestes es todo un misterio. Existen los que creen que seguirán aferrados al partido apelando una legalidad infringida desde León, los que seguirán fieles a las siglas ante todo, los que a veces piensan en irse más hacia opciones de ultraizquierda o incluso los que no harán nada de nada y ver lo que pasa.

Eduardo Fernández (I) y Arsenio García (D) durante la presentación de la candidatura (S.G.)
Eduardo Fernández (I) y Arsenio García (D) durante la presentación de la candidatura (S.G.)

El Partido Popular lleva a Arsenio García a la cabeza. Una vez pasado el trámite de la presentación oficial que se hizo esperar por lo asegurado que se tenía y que no corrió en ningún momento peligro, el candidato tiene ante sí que elaborar su lista. Atrás han quedado los intentos de desestabilización de los que han sido dos prebostes estos últimos años. El tira y afloja desde el portavoz de Grupo municipal, Jacinto Bardal, y el presidente comarcal, Sindo Castro, tuvo como epicentro al nuevo candidato. Aviso para navegantes. Ni de uno, ni de otro. Herrera y Fernández son los que han puesto al joven profesor ahí, en clara advertencia de que una nueva etapa también comienza en el PP de Astorga.

De las cosas transcurridas estas semanas hemos dicho algo ya. Como los futbolistas, diremos que lo que pasa en el campo queda en el terreno de juego. Así haremos. Eso sí, si no comienzan de nuevo las ‘engatadas’ que decimos en Maragatería.  Quien lo tuvo todo, todo, hasta el apoyo sincero de parte de la prensa más afín, de los empresarios y de su partido, lo ha perdido. Ni siquiera la salida honrosa de una pugna por un sillón en Diputación queda ya. Eso parece que va destinado a María Emilia Villanueva. Si es que acepta a ir en la lista de nuevo. No va a ir a Castilla y León y no va a ser directora de Educación porque, en caso de gobernar la Junta el PP, el consejero ya ha dicho que se retira de la liza y cambiarán los equipos.

En la lista municipal del PP repetirán dos o tres a lo sumo. Tal y como procede en un proceso de renovación sereno y tranquilo. García tiene que escenificar que, sin perder la base, representa un nuevo tiempo, incluso de hacer política. De los tres candidatos principales es el menos político. Él mismo en su presentación repite la palabra consenso. Ojalá el frentismo de cuatro años casi perdidos termine en la Casona.

Rosa María Peña, secretaria provincial del PP, será la que lleve la voz de Astorga a las Cortes regionales, como todo apunta, con un Silván que apuesta por León con la seguridad de seguir en Valladolid como procurador. En el PSOE se echa en falta que a Victorina o a alguien, ¿por qué no de los históricos?, le asignasen un puesto de salida fijo. Astorga lo merece y el PSOE de la ciudad ha dado 20 años de victorias sin la debida recompensa.

Y para finalizar, dentro de los que tienen actual representación, encontramos al PAL de Pablo Peyuca. El que más rédito parece que ha sacado en esta tortuosa aventura de cuatro años a cara de perro en los plenos. Fue el primer candidato electo, el que mantiene un equipo unido y compacto. Todo apunta a un ascenso electoral en tiempos en que las marcas grandes y tradicionales sufren una falta de credibilidad y crítica feroz. La cuestión es hasta dónde llegará ese crecimiento.

Hagan juego señores. Comienza la precampaña de la campaña más larga que hayamos conocido.