Y Mañueco respiró

Una semana. Ese ha sido el tiempo en que la situación del presidente regional del Partido Popular, a la sazón, Alfonso Fernández Mañueco tuvo en vilo ser o no el candidato a la Junta de Castilla y León.

Juan Vicente Herrera situó a Antonio Silván en la Ejecutiva nacional por segunda vez mostrando sus querencias allende Castilla y León. Además la inclusión de Alfredo Prada que da otro punto de poder leonés. Ambos hombres, no reñidos, pero sí en clara separación del círculo de confianza de Alfonso Fernández Mañueco. Esto es, el presidente regional pierde poder e influencia en Génova a priori pues no tiene claros peones en el tablero central de juego, salvo los natos estatutarios.

Hubo ya quien vio señales de vendeta, la del señor Mañueco y el golpe de efecto en el Congreso regional donde tuvo comisarios en todas las mesas de votación o casi de León. Y donde mostró poder del “aparato” brutal a nivel comunidad. Silván ha podido ahora beber cierto regusto de triunfo de puertas adentro en el Congreso nacional. Eso sin llegar a la bicefalia, pero casi.

Y como la pelota se inflaba hasta llegó a pensarse en candidatos a la Junta distintos al presidente regional. La exministra de Agricultura y vallisoletana Tejerina…y hasta el águila Maíllo que valiendo su condición de zamorano se alejó de Soraya al día siguiente del Congreso para acercarse a Pablo Casado, el gran triunfador de estos días del Partido Popular.

Se llegó en algunos mentideros y analistas políticos de principio de bicefalia, es decir, Mañueco líder del “aparato” y otro el candidato a presidir la Junta de CyL, si se gana, que se ganará, pero no por mayoría absoluta si se votase hoy.

Y al fin, Pablo Casado en Ávila; ustedes perdonen si me equivoco pues estoy con el jet lag vacacional, ratificó a Alfonso F. Mañueco como único e indiscutido candidato a presidir la Junta. Y el salmantino, en su despacho de alcalde, a solas, respiró hondo y sonrió satisfecho a solas. La pesadilla había pasado.

Fue sólo una semana sí, pero qué semana…