Pues sí, va a haber debate entre los tres candidatos a la secretaría provincial del PSOE leonés. Será este miércoles, a la taurina hora de las 5 de la tarde, en el Palacio Conde Luna de la capital leonesa, un terreno neutral, pero con un formato condicionado, y de qué manera, por el medio impreso decano de la provincia, cuyo director ha impuesto la fórmula del programa Filandón de la TV8 y moderado por él mismo. No ha gustado la fórmula, pero no ha habido alternativa. Ya se sabe o aceptas o el sillón queda vacío delante de la cámara. En esta ocasión han estado lentas de reflejos instituciones independientes, como, por ejemplo, la Asociación de Periodistas, cuyo presidente hubiera sido, de verdad, un organizador y moderador neutral, imparcial, sin presiones mediáticas y sin formatos preconcebidos, es decir con señales abiertas y sin nada que ganar ni perder. Neutralidad absoluta.
Hasta ahora la campaña de estas importantes primarias se está desarrollando en clave interna. Mucho viaje por la provincia y numerosas reuniones con las agrupaciones locales. Y poco ruido externo. Hasta este miércoles, donde las cámaras permitirán exteriorizar el mensaje. Urbi et orbe. A ver qué cuentan y cómo lo cuentan. La comunicación es oro.
La gran pregunta es si la militancia se está movilizando. Y, sobre todo, qué ocurre en las alcantarillas del partido. Hay muchas deudas que saldar, como los históricos enfrentamientos entre el candidato José Antonio Díez y el aún secretario general Tino Rodríguez, odios y agravios que éste se los ha traspasado en herencia envenenada a su joven pupilo y candidato Cendón. Rodríguez se pasó con armas y bagajes al bando susanista en las decisivas primarias nacionales y ahora la vieja guardia zapaterista le devuelve el favor apoyando a Cendón. ¿Pero qué hace un joven reformista, sin raída mochila a su espalda, con estos irredentos carcamales? El éxito del socialismo de los ochenta ya está descontado. La socialdemocracia del siglo XXI necesita otros mimbres.
Diego Moreno, el otro candidato, tiene a su favor su fiel trayectoria sanchista, aún en los peores momentos de la dimisión, bajada a los infiernos y resurrección como ave fénix. La lealtad no es un valor de moda en la política, pero es hora de valorar actitudes coherentes. Y de pasar página. De construir bases de futuro. No está el PSOE sobrado de nada, absolutamente de nada y menos de ideas en medio de una crisis institucional de enorme calado nacional que puede acabar vaya usted a saber cómo. Ay, Cataluña.
Hoy más que nunca es necesario un PSOE fuerte, comenzando por las organizaciones locales y provinciales. Renovación, transparencia, techos y bolsillos de cristal, descentralización, listas abiertas, limitación de mandatos, austeridad, ejemplaridad frente a la corrupción, ideas reformadoras y sintonía con la jerarquía del partido. Y oposición contundente al PP en una provincia que ya no da más de sí. La posición socialista en la Diputación es un ejemplo de lo que no debe hacerse. Hay tanto que hacer que sobran estas peleas de vecindad.
El debate del miércoles, a pesar de las duras condiciones del moderador, puede ser clave; como lo será la capacidad de movilización de este próximo domingo electoral. ¿Irán a votar, al menos, dos mil militantes socialistas? ¿se impondrá el aparato o ganarán los deseos de cambio? Una gran oportunidad para superar en León, de una vez por todas, la dicotomía entre sanchistas y susanistas. Toca pasar página. Y apostar por el futuro.