Alejandro J. García Nistal Con la misma alegría que comenzó la Semana Santa ha finalizado. A la hora de escribir estas letras, gozo, es el único adjetivo que resume el sentir general de la parroquia astorgana en particular y de todo el que hasta la Bimilenaria ha asistido esta mañana a la solemne eucaristía y procesión del Santo Cristo Resucitado en general.
Congregados en la SAI Catedral, miles de feligreses, hermanos cofrades y público fueron recibidos por la curia eclesiástica presidida por monseñor Camilo Lorenzo. Autoridades civiles -políticas, económicas- militares y de toda la familia Pro Fomento asistieron al Te Deum laudatorio magistralmente interpretado desde el órgano acompañado por la Coral Excelsior. Música celestial para un día de júbilo. Quizás, una de las eucaristías más bellas de la tradición católica en un día donde el sol brillaba primaveral y cómplice.
El encuentro con la Virgen del Amor Hermoso
Finalizada la eucaristía, el atrio de la Santa María Catedral era un hervidero de público esperando el ansiado encuentro de Jesús con su madre, la Virgen que desde la puerta interior de la iglesia de Santa Marta sale al encuentro de su amado Hijo.
La alegría se desborda. Suena la música. Compases de fiesta inician un recorrido de vuelta a la vida, al mundo real de nuevo una y otra vez.