Escribir sobre Violeta R. Oria, que este sábado recibe el premio ‘Maite Almanza-Ciudad de Astorga’ al mejor trabajo periodístico, es para mí una tarea fácil y difícil a la vez. Me explico. Por un lado tenemos a la profesional indiscutible, a la periodista de raza que hace más de dos décadas conocí en la trinchera del periódico competidor al que entonces era el mío, en León capital, cubriendo la actualidad diaria municipal. Es curioso, ‘rivales’ y, desde entonces, amigos, lo que a ambos nos hace raras avis en las insanas competencias que abundan en esta perra pero bendita profesión nuestra.
Lo difícil viene porque, precisamente 23 años más tarde, somos compañeros de empresa, en apariencia, el que escribe en un escalón superior en nuestro pequeño organigrama, pero en la práctica, así lo sabe quien conoce nuestra realidad diaria, bien puede ser ella la que lleva la batuta en general, al igual que maneja el timón de los digitales de nuestro grupo, El Bierzo Digital y Diario de Astorga respectivamente.
Y es que desde hace un tiempo, la coyuntura ha hecho que yo me dediqué a la gestión y a la agencia del grupo y ella a desempeñar la dirección de medios, lo que da idea del grado de confianza que tanto el Consejo de Administración como yo mismo tenemos en su buen hacer profesional.
No quiero olvidarme de la ‘no polémica’ que algunas mentes, siempre malintencionadas, han intentado crear en torno a su merecido premio. En las actas -y todos los miembros del Jurado son testigos-, se recoge mi abstención a la hora de votar el mejor trabajo que era, sin duda, el suyo, titulado Sangre astorgana en el Cúa, el más documentado, el mejor escrito y el que ponía una pica de la historia de Astorga y los astorganos de hace doscientos años en el Bierzo. Por cierto, existen precedentes en esto de los premios de hermanos jurado y premiado y nunca nadie dijo nada. No obstante, los que están instalados en el rencor y la destrucción nos hacen cada día mejores por cada intento de difamación o mentira que les delata. El tiempo pone a cada uno en su justo lugar.
Por lo demás, nuestra directora, que cuando escribió el artículo premiado ocupaba el puesto de redactora-jefe, es una incansable trabajadora, que se pasa la semana recorriendo la provincia entre Ponferrada, Astorga y la capital leonesa, donde están su hogar y su familia. Compañera apreciada en la grey de los plumillas, muy experimentada y con un currículum donde se demuestra que es de esas personas bregadas que lo mismo sirve de simple redactora de base como de directiva de Comunicación de una fundación internacional. El amor al periodismo y a la comunicación puede con toda dificultad. Ha tenido sus decepciones, jefes que prometen y no cumplen, sus épocas duras, pero finalmente ha hecho de la provincia de León su escenario, a pesar de haber tenido ofertas para trabajar en grandes ciudades, y del periodismo su profesión. Enhorabuena por este merecido premio.
Para leer el reportaje de Violeta R. Oria, Sangre astorgana en el Cúa, ganador del premio Maite Almanza-Ciudad de Astorga al mejor trabajo periodístico de temática astorgana picha AQUÍ