El pleno celebrado esta semana en Villafranca del Bierzo, el pasado miércoles por la noche, rechazó la moción presentada por la UPL para iniciar los trámites para la recuperación de dos relicarios «que en su día se custodiaban en la Colegiata, y que, en su día, fueron sacados a hurtadillas para ser trasladados al Museo de los Caminos de Astorga».
Estas reliquias llegaron a España con la coronación de Carlos V en 1520. A los pocos días e esta celebración, el emperador viajó a Colonia acompañado de una representación de nobles españoles, entre los que se encontraban D. Pedro de Toledo, Marqués de Villafranca, y su hijo Fadrique de Toledo y Osorio, a los que posiblemente se obsequió con estos bustos.
Así, posteriormente, los marqueses regalarían a Villafranca las imágenes que UPL mantiene que se custodiaban en la Colegiata de la localidad berciana hasta que un párroco “los cogió para llevarlos al museo de los Caminos de Astorga” en 1962.
El Museo de los Caminos está ubicado en el Palacio Episcopal de Astorga y fue creado en el año 1962 por el obispo Mérida Pérez para recoger en él las piezas que, bien por abandono de las iglesias de la Diócesis bien por su mejor conservación, necesitaban de un espacio apropiado para su almacenaje.