Agricultura

El viento y el granizo destruyen la cosecha de lúpulo de este año

La Sociedad de Transformación Agraria Lúpulos de León estima las pérdidas en 4,5 millones de euros después de la sequía se principios de verano y la tormenta del pasado domingo
Lúpulo arrasado y por el suelo tras las fuertes granizadas en Carrizo de la Ribera. / León

La tormentas registradas en la tarde del domingo en buena parte de la provincia leonesa, acompañadas de fuertes granizadas, han provocado daños casi totales en los cultivos de remolacha, maíz, alubias y lúpulo, según destacó este lunes el secretario general de la Unión de Ganaderos y Agricultores de León, UGAL-UPA, Matías Llorente. El sector del lúpulo en León valora en 4,5 millones de euros las pérdidas para este año, así como la reducción en un 95% de la producción que se registra en las zonas de Carrizo de la Ribera y la vega del Tuerto en Astorga, o del 85 por ciento, en las zonas de Villoria y Benavides de Órbigo, según datos del presidente de la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) Lúpulos de León, Isidoro Alonso.

“El desastre es total y absoluto por el pedrisco”, remarcó Llorente antes de recordar que las pólizas de seguro no cubrirán ni el 30 por ciento de las explotaciones afectadas, ya que los agricultores son reacios a contratarlas, entre otros motivos, por las bajas coberturas que tienen y también por las elevadas franquicias que exigen a sus beneficiarios.

Las estimaciones realizadas apuntan que la cosecha se reducirá este año en un 25 o un 30 por ciento en comparación con ejercicios anteriores. El lúpulo es uno de los cultivos más rentables a día de hoy en toda la provincia y las cerveceras nacionales tendrán que importar el producto para hacer frente a su producción. En la actualidad hay decenas de fincas en las que  la infraestructura de alambradas y postes se ha caído, una infraestructura que tiene un coste de unos 20.000 euros por hectárea.

No ha sido un buen año para el cultivo en la provincia ya que las heladas que asolaron la zona a finales de abril provocaron pérdidas en la cosecha de este año del 40% aproximadamente y los agricultores ya habían adelantado que no se podrían cumplir los compromisos. A principios de verano la sequía en la zona mantenía en vilo a los agricultores y ahora la tomenta ha terminado de “arrasar” la cosecha lupulera.

Plantación de lúpulo en la zona del Órbigo.