Una vida en los caminos de España, la historia de los artesanos

Este viernes se inauguró el mercadillo navideño de artesanía en la Plaza Santocildes donde se puede encontrar bisutería, marroquinería, cestería, adornos y mucho más
Imagen de archivo del ‘Mercadillo Navideño’ de Astorga

Los bisabuelos de Yolanda Yangüela Clavijo empezaron garrapiñando frutos secos en la cocina de su casa. En la actualidad son Yolanda y su marido José Hernández quienes continúan con la tradición iniciada hace muchos años en las romerías. “No sabemos si nuestros hijos seguirán con la tradición, pero nosotros llevamos más de 30 años en esto”, relata José. Desde el viernes tienen su puesto de frutos secos y barquillos en el Mercadillo Artesano de Navidad de Astorga. Es su primera vez en la Bimilenaria desde que estuvieron en el primer mercado romano que se organizó en la ciudad. Llegan desde La Rioja, cuenta José mientras prepara sésamo garrapiñado.

En su puesto se pueden adquirir nueces, almendras, pistachos, anarcados, pipas y barquillos “totalmente naturales sin conservantes ni colorantes”. Han recorrido toda la geografía española con los mercados medievales y de artesanos, y aunque ya no es como los bisabuelos que estaban en todas las fiestas, “todavía seguimos participando en romerías, sobre todo en La Rioja”.

José prepara sésamo garrapiñado en su puesto. / CCU

Por los altavoces de la Plaza Santocildes se pueden escuchar villancicos, mientras los artesanos se mantienen ocupados haciendo nuevas creaciones. Alain Barrios es nuevo en los mercadillos de Astorga, se dedica, junto a su familia, a la cestería de mimbre. Comenzaron “por curiosidad” hace aproximadamente dos años, aunque empezaron ayer y les pilló la lluvia durante la inauguración, cuenta que “los astorganos están respondiendo muy bien”. Ha venido desde Madrid, y no es su primera vez en la Bimilenaria, “me parece una ciudad fantástica”, dice.

Cestería artesanal de mimbre. / CCU

En el puesto de al lado está la coruñesa Araceli Saavedra, se dedica al pirograbado sobre todo en madera. En su puesto se pueden ver originales objetos para niños y mayores. Ella y su pareja hacen muchos de los diseños, otros, como los retratos, los van adaptando. Araceli lleva tres años dedicándose a esto y su pareja empezó antes. Han viajado mucho por España, “a veces demasiado”, dice con una sonrisa. Admite que le encanta Astorga, y es la tercera vez que viene a la ciudad, “nos sentimos más valorados aquí que en nuestra tierra”, relata.

Pirograbado en madera. / CCU
Para los más “peques”

Al lado del puesto de Araceli ha un tiovivo muy original, en el que las monturas son dragones, tronos o barriles. Antonio Barrios, de Ponferrada, ha sido uno de los creadores de esta atracción. “Hemos tardado medio año en construirlo, y hemos invertido bastante”, cuenta Antonio. El precio de la entrada es a 2,50 euros y seguro que es una experiencia increíble, porque, ¿quién no ha sentido el deseo alguna vez de volar a lomos de un dragón?

¿No tiene un aire al más famoso Furia Nocturna, Desdentao? / CCU

Al lado tienen además un puesto con accesorios steampunk, que aunque nació de la ciencia ficción, se ha convertido en un movimiento artístico y sociocultural. El mundo que imagina el steampunk, parece anclado en las historias de Julio Verne y H.G. Wells, pero lejos de la realidad, tan avanzado científicamente, en su extraña y retorcida forma de hierro, carbón y vapor, como el nuestro. En el puesto de Antonio se puede comprar bisutería, sobreros e incluso gafas decoradas al más puro estilo steampunk, que el propio Antonio no se corta en lucir.

Estética steampunk. / CCU

Y por si fuera poco, en el puesto también hay juguetes de madera como yoyós, trenes, panderetas, entre otros. También se pueden encontrar elementos medievales como espadas, yelmos o escudos. “Empecé hace 14 años gracias a mi mujer, ella es la artesana tallista y me picó el gusanillo”, cuenta Antonio, con el paso de los años han ido evolucionando y perfeccionando sus habilidades en su taller de Villar de los Barrios, pero nunca han dejado los juguetes “clásicos”.

Antonio prepara uno de los yelmos que se pueden adquirir en su puesto. / CCU
La vida de los artesanos

Victoria Delgado es una artesana que utiliza la técnica tradicional del repujado de estaño para crear objetos decorativos y piezas de bisutería. Esta andaluza, nacida en la localidad sevillana de Osuna, se estableció junto a su pareja en una de las apacibles localidades del medio rural del municipio de Ponferrada. Ha puesto en marcha el proyecto de artesanía SenderArte e incluso ofrece exposiciones con los objetos “más grandes”. Aunque parecen muy pesados, en realidad sus objetos de bisutería son ligeros como una pluma, y todos los diseños los trabaja ella misma en su taller.

Victoria se protege del frío en su puesto en Astorga. / CCU

El puesto de Floren Sierra es muy perfumado, y no es de extrañar porque venden perfumes y cremas hechas a partir de aceite de oliva sobre todo. Empezó aproximadamente hace 5 o 6 años, y afirma que todo el aprendizaje ha sido a base de “estudio y trabajo duro”. En su puesto se pueden encontrar cremas regenerativas, hidratantes o para la artritis y el reuma. Todo hecho a partir de elementos naturales como el coco, karité, sésamo o aloe vera.

Asociación ArteVen

La asociación ArteVen reúne a artesanos individuales, empresas artesanales y vendedores, todos ellos de diversos oficios, de la provincia de León, dentro de cuyo objeto social comprende la labor profesional de la venta ambulante. Ellos son los promotores del mercadillo navideño que estará hasta mañana en la Plaza Santocildes. La leonesa Belinda Morán es una de las socias de ArteVen, y trabaja artesanalmente el cuero.

Elementos en cuero especialmente pensados para los peregrinos que llegan a Astorga. / CCU

“Empezamos haciendo pulseras y fuimos creciendo y perfeccionando nuestras piezas hasta objetos mucho mayores”, explica Belinda. Cuenta que antes se dedicaba toda la familia al trabajo del cuero y ahora ya sólo están ella y su marido, “antes sólo era un hobby, pero nos gusta mucho”. Confiesa que le gusta venir a Astorga porque es un mercadillo de artesanos, “estamos encantados con la ciudad y además hay cosas que no puedes ver en las tiendas, sólo aquí”. Anima a todos los astorganos que se den un paseo por la Plaza Santocildes y que vean el trabajo que hacen los artesanos, un trabajo manual que en muchos casos se ha ido perdiendo con el paso de los años.

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