El licenciado en Filología Románica y Literatura Francisco Javier Rodríguez Pérez ofreció una ponencia el pasado sábado en el Museo Textil del Val de San Lorenzo sobre sobre algunos de los hombres ilustres de la localidad. En el acto se tuvo un emotivo recuerdo al cronista oficial de Astorga, Martín Martínez, que fue quien dio a conocer a uno de estos antepasados, el conde de la Reunión de Cuba.
América fue durante mucho tiempo tierra de ilusión, a la que se emigraba en busca de una forma de vida mejor. Desde los siglos XV y XVI y hasta el XIX, hubo tres etapas diferenciadas en el flujo de emigrantes procedentes no solo de Val de San Lorenzo sino también de gran parte de la Maragatería, e incluso de Astorga, de donde se asegura que era natural Francisco de Villagrá. Pero no solo ocurrió en nuestra comarca, sino también en el resto de la provincia leonesa, como fue el caso de Fray Bernardino de Sahagún.
“Muchos de los que partieron de su pueblo no regresaron. Otros, así lo hicieron como es el caso de Santiago de la Cuesta Manzanal, oriundo de Val de San Lorenzo, el cual ayudó económicamente a sus familiares”, explicó el ponente.
Fue en el siglo XVIII cuando emigran valuros, como fue el caso de Francisco Nistal Yañez, monje capuchino (1708-1754). Partió a Venezuela para organizar una expedición de monjes franciscanos y falleció en dicho país. Uno de sus propósitos más importantes fue el poder editar un catecismo en lengua indígena, lo cual se lo impediría el Consejo de Indias. Posteriormente a su fallecimiento, hubo un segundo intento de realizar este catequism, que tampoco fructificó.
Países como Uruguay, Argentina o Cuba fueron donde recalaron algunos antepasados de Val de San Lorenzo. El caso particular de Santiago de la Cuesta Manzanal, un potentado asentado en la isla caribeña que incluso llegó a ocupar el cargo de alcalde de la ciudad de La Habana. Sus múltiples negocios le aportaban muchos beneficios, que hicieron posible que ayudara incluso a la Corona de España bajo los reinados de Fernando VII e Isabel II. Fue precisamente el rey Fernando quien le otorgó el título de Conde de la Reunión de Cuba.
La conferencia se hizo amena y dio paso a un coloquio en el cual varios de los asistentes recordaron a otros personajes de pueblos vecinos como es el caso de Valdespino de Somoza.