El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación -a través de la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa)-, la Consejería de Agricultura y Ganadería y las comunidades generales de regantes del Canal del Páramo en León y Páramo Bajo de León y Zamora firmaron este martes los convenios para llevar a cabo la modernización del regadío de 7.386 hectáreas que afectan a 1.816 regantes de ambas provincias. Con estas dos actuaciones, se concluirá la modernización de estas dos amplias zonas del Páramo y se completa la intervención de las casi 47.000 hectáreas de regadío en estas comarcas.
La zona regable del Canal del Páramo, con una superficie de riego que supera las 17.600 hectáreas, verá así culminado el proceso de modernización del regadío, ya que el resto de la superficie se modernizó en fases anteriores, con una inversión total de 97,52 millones. Las obras que se llevarán a cabo en 3.878 hectáreas pertenecientes a 970 regantes comprenden la construcción de una infraestructura de regadío moderna, sustituyendo el riego por gravedad por aspersión, con instalaciones competitivas que mejoren la distribución del agua a los cultivos.
Esta actuación, que supondrá una inversión superior a los 40,7 millones de euros, está financiada al 26 por ciento por la Junta y al 74 por ciento por Seiasa, con la aportación del 24 por ciento por parte de la Comunidad de Regantes. Las obras se desarrollarán en el término municipal de Bustillo del Páramo. Además, la Consejería de Agricultura y Ganadería ejecuta en esa zona el proceso de reorganización de la propiedad y obras de infraestructura rural de caminos y desagües que suman hasta el momento más de 14 millones financiados en su totalidad por la Junta.
En el caso del Páramo Bajo de León y Zamora, de la misma manera, la zona que ahora se modernizará -3.508 hectáreas de 846 regantes- completará la modernización del conjunto de la Comunidad de Regantes, que riega una superficie superior a las 24.000 hectáreas, para cuya modernización se han invertido hasta el momento 136 millones. En el convenio suscrito hoy se prevén unas inversiones de 38,19 millones de euros, con el mismo reparto de financiación que en caso anterior, en los términos municipales de Pozuelo del Páramo y San Adrián del Valle, en León, y Maire de Castroponce, Pobladura del Valle, La Torre del Valle y Villabrázaro, en Zamora.
También en toda la zona del Páramo Bajo la Consejería de Agricultura y Ganadería está reorganizando la propiedad, proceso que se encuentra ya en su fase final, desarrolladas las obras de infraestructura rural vinculadas a este proceso, con 38,22 millones de inversión. Estos convenios se suscriben al amparo del convenio marco firmado el pasado 5 de mayo entre el Ministerio y la consejería de Agricultura y Ganadería, para actuaciones de regadíos en Castilla y León con la participación de la Administración General de Estado.
Según consta en los convenios, en ambos casos la Consejería de Agricultura y Ganadería se encargará de construir las estaciones de bombeo y la regulación del agua y Seiasa, de la red de distribución de riego y otras instalaciones y automatismos. Se tendrá como consideración prioritaria el ahorro de agua y de energía, incorporando el riego presurizado, la gestión de la red de riego por telecontrol y el sistema de comunicaciones y software.
50 % de lo comprometido
Con estas actuaciones, se alcanzará el 50 por ciento del compromiso adquirido en el Mapa de Infraestructuras Agrarias de Castilla y León de modernizar los regadíos en 40.000 hectáreas de la Comunidad, la mayor parte de ellos, de forma coordinada entre la Administración autonómica y la Administración General el Estado con las comunidades de regantes.
Los beneficios de la modernización del regadío convierten estas obras en actuaciones prioritarias en Castilla y León y está previsto que a ellas se destinen inversiones cercanas a los 300 millones y permitirán optimizar el uso del agua y hacer frente con mayores garantías a las circunstancias de escasez de recursos disponibles, con ahorros medios en el uso de recursos de entre un 20 y un 25 por ciento.
Además, para mejorar la competitividad y rentabilidad de las explotaciones agrarias, los costes para el riego con presión se reducen en las zonas modernizadas un 35 por ciento respecto a las zonas sin modernizar. La modernización contribuye activamente a la regeneración en el campo, ya que las incorporaciones de jóvenes en las zonas modernizadas son un 80 por ciento superiores a las que se dan en zonas sin modernizar.
El regadío modernizado permite diversificar las alternativas de cultivo, principalmente porque facilitan otros cultivos más asociados a la transformación agroindustrial. Esta posibilidad de adaptación de las producciones a las necesidades del mercado mejora y garantiza la competitividad de las explotaciones agrícolas.
Las infraestructuras de riego modernizadas permiten una reducción de la contaminación difusa que puede cifrarse por ejemplo en una reducción del abonado nitrogenado de entre un 25 y un 30 por ciento, que además de ser un ahorro de costes importante, reduce la carga contaminante que llega a las masas de agua. En esencia, el ahorro de agua, junto con el efecto sumidero de CO2 que suponen los cultivos de regadío, hace de las modernizaciones de regadío una herramienta eficaz para luchar contra el cambio climático.