De nuevo Iglesias ha concentrado cámaras y micrófonos. Enhorabuena, Pablo. De un plumazo has borrado del mapa las mediaciones de Rivera, has puesto a gritar a los conservadores de cargos públicos del PSOE, que mañana mismo se callarán, y has obligado a Rajoy a reconocer su indigencia política. ¿Alguien se imagina a qué se habría atrevido Mariano si en la rueda de prensa el de Podemos le hubiera exigido que “declinara” el encargo del “ciudadano Felipe”, d.o. Garzón.
Pero como casi siempre pasa cuando se habla para conseguir cuota de pantalla, nuestro triunfador de hoy ha dicho otras cosas. Conviene recordar una para exigirle la coherencia que deberá demostrar en breve. En la misma rueda de prensa explosiva dijo textualmente que:
“Los medios de comunicación tienen que facilitar al máximo la transparencia en las negociaciones”.
Pablo: Los periodistas no “facilitan” la transparencia, sino que se la arrancan a unos políticos que, todos, se esfuerzan por nublarla. La mayor parte de las veces ocultando ciertas actividades y otras, como has hecho tú mismo hoy, deslumbrando con luz cegadora. No los responsabilices a ellos, porque la obligación es tuya y muy sencilla de exponer, pero estoy seguro que vas a ser incapaz de asumir: niégate a negociar, ni con Sánchez ni con nadie, si no hay periodistas en todas las reuniones o contactos y si no os graban y retransmiten en directo.
Demuestra que eres capaz, o sé menos osado cuando exijas a los demás. Nadie te ha obligado a decirlo y ahora debes cumplir, y desde este mismo momento. De lo contrario, tu autorretrato saldrá desenfocado.
Falacia es el “hábito de emplear falsedades en daño ajeno”, según la RAE.