Los estudiantes de letras y alguno más saben que buena noticia en griego se dice “Evangelio”. Por la misma razón, el Evangelio es siempre una buena noticia. Lo que ahora queremos destacar es que, a partir de mañana sábado, la diócesis de Astorga contará con un nuevo mensajero de esta Buena Noticia del Evangelio. Después de varios años de sequía vocacional, por fin, vuelven las ordenaciones. En este caso será un joven ponferradino quien inaugure esta nueva etapa, ordenándose de diácono el sábado 21 de junio y, no tardando mucho, de sacerdote. Buena manera de empezar el verano.
Andrés Belzuz, que así se llama, es una prueba inequívoca de que Dios sigue llamando a quien quiere y cuando quiere. No es ningún secreto para quienes conocemos a Andrés desde hace años, muchos desde su infancia, que ha tenido que superar un montón de dificultades y pegas para llegar a este momento. Pero ha merecido la pena su perseverancia, su seguir adelante, a pesar de las trabas que de un lado y de otro le han puesto en su camino. Tal vez en estas mismas circunstancias otros muchos hubieran sucumbido en el intento. Por eso hoy es mayor la alegría que sentimos quienes le conocemos y queremos, seguros de que la celebración del sábado en Catedral de Astorga será una verdadera fiesta. Sobran, pues, motivos para darle de corazón la enhorabuena.
Por estas mismas fechas andan los estudiantes con las pruebas de selectividad. Son muchas las opciones que barajan de cara a su futuro. Tal vez no haya ninguno que tenga en su mente optar por el camino del sacerdocio. Y, sin embargo, qué bueno sería que algunos tuvieran presente esta posibilidad, tanto para su bien personal como para el bien de la Iglesia. Dicen que al burro de Cristo nunca le faltó cebada. A quienes le sigan por el camino del sacerdocio, de la entrega a los demás y del anuncio del Evangelio tampoco les van a faltar motivos para sentirse felices y realizados.