Un Pleno normal al fin

Durante cuatro oscuros años, una vez al mes, la Corporación municipal de Astorga se veía las caras en el salón de Plenos. Fueron cuatro años a “cara de perro” en argot futbolístico. La bronca era contínua. El no diálogo hacía de las sesiones un rato bronco y tétrico para todo aquel que quisiera asomarse a la realidad de la política local. ¿La culpa? Pues a lo mejor la culpa era de todos nosotros, pues la aritmética electoral quiso que nadie obtuviera mayoría absoluta para gobernar. Y dirigir una casa así, con la mayoría de vecinos enfrentados, era una misión imposible.

¿Pero en esta legislatura recién comenzada tampoco se cuenta con mayoría absoluta? ¿Todo debería ser similar? ¿Y hasta ahora no lo parece, qué ha cambiado en esta ocasión?

En primer lugar, en las elecciones anteriores, lo que hubo realmente es un empate técnico. La diferencia de votos fue tan pírrica, que sacar pecho esgrimiendo una supuesta victoria suponía una osadía y una temeridad. Alguien la cometió. Adelantarse por estrategia de mensaje desde la misma noche de los resultados a la frase: “soy la más votada, soy la que tengo que gobernar” fue un gol en toda la escuadra que, aún hoy, a cuatro años vista, nos sorprende le colaran a don Jacinto Bardal, a la sazón número uno del otro partido que empató prácticamente con Victorina Alonso. Y comenzó el jaleo.

Julio Ramos en un Pleno en el Ayuntamiento de Astorga (S. G.)
Un Pleno en el Ayuntamiento de Astorga en legislatura anterior (S. G.)

En segundo lugar, y aquí se ha analizado hasta la saciedad; escorarse en una política radical en lo social, muy significada políticamente, profeminista, excluyente en muchos aspectos a otros colectivos de la ciudad, incluso culturalmente sectarista y fomentando un clientelismo descorazonador para quien no figuraba entre el círculo afín es, a la larga, un error. Y buscando una base firme en la construcción de un nuevo liderazgo de la izquierda moderada astorgana el equívoco fue aliarse con lo radicalizado y excluyente una y otra vez a pesar de las advertencias de su propio mentor y valedor. Precisamente, la reciente historia política astorgana ha dejado cada cuatro años muy claro que nadie anhela la vieja Astorga de señoritos con traje de olor a naftalina, de pequeños personajes escondidos bajo un título o un apellido que antaño sí tuvo mérito y ahora no porque no se ha sabido ganarlo, ni conservarlo. Astorga tampoco desea una ultramontana izquierda eternamente resentida, que hunde su odio en luchas fraticidas superadas por la mayoría y que solo permanece en las mentes de quien odia en silencio y rememora en cuanto puede y le dan pie. Tanto de unos como de otros, no pasarían del medio millar de habitantes aunque a veces nos parezcan son miles por acción y efecto de los nuevos sistemas de comunicación.

Solo con mano izquierda y diálogo se pudo mantener el “Juanjismo” más de 20 años en el Consistorio. Un curso, el de la diplomacia, que les faltaba a los líderes principales que empataron en las pasadas elecciones. Ambas personas eran o muy queridas o muy rechazadas, tanto por sus contrarios como dentro de sus formaciones. Tal es así que en el PP el cambio se hizo con guante blanco y el tronco principal del equipo se respetó. En el PSOE no llegó ni al final de legislatura entero.

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Y como vivimos en una ciudad pequeña. Ahora lo que toca es tomarlo por lo personal y jurar enemistad eterna a quien esto analiza. Cuando precisamente es lo que piensan cientos de ciudadanos más a poco que se les pregunte. Pero no hacer periodismo de salón, de quedabien, es lo que tiene. Habrá a quien le guste y a quien no. Es la libertad de opinión y de expresión.

Cierta alegría, a las personas que nos preocupa Astorga, nos ha causado saber de un Pleno con contenido, con “chicha”. No protocolarios y sin contenido como muestra, mes a mes, de la debilidad y empecinamiento gubernamental. Nada menos que obras por más de medio millón de euros. Fenomenal. Y encima la mayor parte de ellos para barrios de fuera del recinto amurallado como Santa Clara, por citar. ¡Pero Izquierda Unida vota en contra! Esto es la prueba final de a qué intereses representan estos tres ediles. Ellos, que siempre van de pobres, de gudaris del pueblo. Resulta que no quieren que se invierta dinero en que Santa Clara, donde existen dos promociones de viviendas sociales, por decir algo, tengan una moderna iluminación. “No podemos ir con el poder, hay que negarse”, es lo que vienen a decir Chema y sus adláteres. La política como eterna protesta, como eterna canción de futuro sin atreverse a la gestión con cantos utópicos es lo que tiene. Que se lo digan al PAL que ha comenzado a ejercer y a conseguir cosas a través del diálogo. Que una consejera de la Junta llegue un día y agradezca la colaboración, que al día siguiente se traiga un evento regional, y al fin de semana otro…Eso es hacer política y relacionarse. Astorga tiene que moverse y que reinventarse un día sí y otro también. Y no estar siempre en la poltrona de la crítica y el chisme.

Esta semana hemos evidenciado una vez más la estrategia de la acusación por cualquier nimiedad. Pero la prensa en general ya no sigue el juego. Al menos en esta ocasión. Entonces los periodistas son los malos. Son el enemigo. Mal camino si a los males de una formación política que espera su renovación interna no se les trata con soluciones donde erradica el problema y busca enemigos donde no los hay. Pero de seguir así, los tendrá y a pares.

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Más de medio centenar de preguntas esperan respuesta por escrito. Otra estrategia, torpedear y aburrir las sesiones plenarias. Un tropiezo más, utilizar los ruegos y preguntas para atacar a otro líder de la Oposición. O afirmar que sí había ayudas para libros pero que se repartían a través de los Servicios Sociales a quienes se consideraban necesarios, sin embargo ahora con luz y taquígrafos mirando con lupa unas ayudas a las que todo el mundo puede optar y después con baremos claros dilucidar. Eliminando clientelismo por si alguien dudaba de los múltiples métodos utilizados hasta ahora.

Qué me dicen de aprobar las cuentas de Mafricas, el Matadero, tras dos años sin solución. Albricias, magia potagia. “Gestión, profesionalizar, dialogar y quererlo hacer”, contestaba el alcalde Arsenio García a quien le precedió en el cargo.

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Un comentario en “Un Pleno normal al fin

  1. No tengo màs remedio que estar de acuerdo con el comentarista.La elecciòn del sr. Arsenio Garcia,por los astorganos(sin dàrmelas de gurù,anticipè en varios comentarios,antes de las elecciones)ha sido un acierto,porque este alcalde,transpira,serenidad,diàlogo y confianza.Aparte de la prepotencia y sectarismo de Doña Victorina y el continuo y desafortunado,sr. Peyuca con su irrisoria oposiciòn en su pàgina de Facebook,el resto de la legislatura,fue para olvidar.

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