III Congreso Mundial de Gaudí

Un paseo por Astorga con la mirada de Gaudí

Dentro de las actividades paralelas del congreso se encuentra un paseo por la ciudad que conoció el arquitecto en sus viajes mientras se construía el Palacio Episcopal

En el contexto del III Congreso Mundial sobre Antonio Gaudí, inaugurado este viernes por la mañana en el Palacio Episcopal, el experto Fernando Lucio hace de guía por la ciudad que conoció el arquitecto de Reus, una Astorga que llevaba dos meses con el mandato del Joan Baptista Grau i Vallespinós cuando se quemó el castillo del prelado y que decidió llamar al famoso arquitecto para reconstruir la vivienda, “la diócesis de Astorga es pobre y humilde, escribió el obispo Grau para solicitar fondos y reconstruir en el solar”, explica Lucio.

La experiencia de visitar Astorga con la mirada de Antonio Gaudí comienza frente al Palacio Episcopal, “cuando el obispo llama a Astorga a Gaudí, este ya había comenzado a trabajar en la Sagrada Familia”, prosigue el experto. Cuenta entonces, una anécdota bastante desconocida, “cuando las cuentas de la Sagrada Familia no iban y se estuvo a punto de tirar la toalla, existe una notación de dos familias de Astorga que dieron dinero para salvar lo que hoy es un emblema de Barcelona, una de ellas señaló que le había tocado la lotería y por eso apoyaban económicamente la Sagrada Familia”.

Después del Palacio Episcopal, el recorrido transcurre hacia el Seminario, “lugar al que se mudó tras el incendio del castillo, que también se quemó, y cuenta la leyenda que tuvo que salir en calzoncillos del seminario”. Los claustros y las escaleras que llevan a las dependencias del obispo fueron diseñados por Gaudí, quien vivió con el obispo en el seminario durante su estancia en Astorga. El trayecto discurre por la Muralla, lugar donde se produjeron “discusiones, en el buen sentido de la palabra, entre Grau y Gaudí de tipo filosófico, pilítico, litúrgico y de lenguaje”, explica Lucio.

El recorrido continúa frente a la iglesia de los Padres Redentoristas “cuyo retablo fue consagrado por Joan Baptista Grau i Vallespinós”. Y el “pequeño diseño” de las escaleras con granito de San Miguel de las Dueñas que cambió Grau. Una Astorga que mantiene elementos que el propio arquitecto visitó en sus meses y viajes esporádicos mientras comenzaban las obras de uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.

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