Hay muchas formas de recorrer una ciudad. A veces lo hacemos deprisa porque llegamos tarde a clase o al trabajo, otras veces visitamos sus museos, esperando reconocer en los cuadros, útiles y enseres domésticos la historia de quienes habitaron esas calles siglos o milenios atrás. Sin embargo, Astorga propone recorrer sus milenarias calles a través de sus personajes ilustres. Personas que a través del arte, la ciencia, la ingeniería y la política se hicieron un nombre dentro de la historia de España y Astorga las ha reconocido a través de los años.
La Concejalía de Turismo del Ayuntamiento propone un recorrido por la ciudad, en busca de las placas con las que décadas atrás la ciudad quiso homenajear, recordar y mantener en la memoria a personajes ilustres de la ‘urbs magnífica’ que denominó Plinio “el Viejo”. Y así, precisamente, se llama la ruta: Astorga Ilustre. Algunos de ellos son nombres bien reconocibles por todos nosotros, otros nos suenan pero no sabemos de qué. Con esta iniciativa se quiere volver a dar voz a esos ecos del pasado que hoy en día siguen paseándose por las calles.
Me acerco hasta la Oficina de Turismo donde le pido a Roberto el mapa que me va a guiar por las calles asturicenses. Me cuenta que existen dos “objetivos” a conseguir. En primer lugar tengo que localizar las 22 placas repartidas por la ciudad y colocar el número correcto del “ilustre” astorgano en el mapa que me entrega. Además, tengo que conseguir más de una decena de pegatinas y colocarlas exactamente en el hueco que les corresponda. ¡Parece sencillo! Seguro que todos nos hemos topado con una u otra placa en nuestro deambular, ¿cuán difícil puede ser encontrar 22 placas?
Al menos, eso era lo que yo pensaba, sin embargo, ponerlo en práctica no fue tan sencillo. No voy a desvelar en estas líneas la localización de todas las placas, puesto que restaría gracia a un recorrido turístico pensado para estos tiempos de pandemia. Sin embargo, sí que voy a contaros alguna de las historias que me encontré en la búsqueda de los ilustres antepasados astorganos.
Un músico “fundamental” para el siglo XX
De entre todos los ilustres músicos de Astorga, y hay unos cuantos, destaco la figura de Evaristo Fernández Blanco. Compositor de la conocida generación del 27, fue una figura clave de la música española de principios del siglo XX. Introdujo la modernización en la música, gracias a su europeización y trajo consigo el lenguaje de las vanguardias. Dejó de componer durante la dictadura y vivió de su actividad como pianista de variedades. En 1983 se estrenó en el Teatro Real de Madrid, con la orquesta y coros de RTVE, su Obertura Dramática, compuesta en 1939 y que permanecía inédita.
En su Obertura, retrata la vida de la España que conoció, la de antes y después de la Guerra Civil, con una crudeza y una majestuosidad que se le considera “fundamental” para la historia de la música española del siglo XX.
La “murga astorgana”
Este era el curioso nombre con el que se conocía en Madrid al “lobby familiar” y muy proclive a beneficiar a su propia patria chica de entre los políticos de finales del siglo XIX y principios del XX. De ella formaban parte Pío Gullón, Manuel García Prieto, Manuel Gullón y Rodríguez de Cela.
Durante los mandatos de Pío Gullón en el gobierno central, se logró la financiación para el Palacio de Gaudí y la eliminación de un proyecto que suprimía la Diócesis de Astorga. Además, consiguió que la línea férrea del Oeste acabase en Astorga y no en León, lo que le acarreó una manifestación en su contra en la capital de la provincia.
El también astorgano Manuel García Prieto, por su parte, fue presidente del Consejo de Ministro con Alfonso XIII y fiscal municipal juez de Madrid, magistrado del Tribunal Supremo y vocal permanente en el Tribunal Internacional de La Haya. En su discurso de ingreso en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, destacó por la defensa de los derechos de la mujer.
Manuel Gullón hizo carrera política de la mano de sus parientes, los antes mentados y fue diputado nacional seis veces seguidas, además de profesor de la Academia de la Jurisprudencia y Legislación.
La calle Astorga de Uruguay
El astorgano Matías Alonso Criado fue secretario personal del presidente Emilio Castelar, durante la Primera República y, por tanto, sufrió con él el exilio de España. Muy prolífico escrito en materia legislativa, se trasladó a Uruguay y Paraguay y viajó a Europa como cónsul general de ambos países. Lleó a ser “ciudadano honorario” por el Congreso paraguayo y asesor del presidente uruguayo Máximo Santos.
Pagó los gastos de restauración de los maragatos del reloj del Ayuntamiento y en agradecimiento el consistorio le dedicó una plaza. Matías Alonso, a cambio, le puso el nombre de Astorga a una calle de la ciudad de Maldonado en Uruguay.
Son muchas más las historias que podría compartir en estas líneas. He elegido unas pocas que me han parecido curiosas o que me hicieron gracia (véase “la murga astorgana”). Sin embargo, aprendí un poco más de Astorga y aprendí porque todas esas personas han quedado para la posteridad grabadas en piedra entre sus calles, una costumbre que heredamos de los romanos y que me parece un bonito homenaje para todos aquellos que con su trabajo y con su arte pusieron esta nuestra bimilenaria en el mapa.
Confieso en estas líneas que todavía no he podido encontrar todas las placas, algunas de ellas son más complejas de hallar que otras. Pero no dudéis, lectores, que esta no es una ruta para hacer deprisa y corriendo, sino para conocer más sobre la Astorga fundada y encumbrada por sus ilustres antepasados.
Qué idea tan buena. Una manera de hacer turismo local y conociendo un poco de esos personajes.
Es verdad que normalmente pasamos de largo sin ver esas placas e incluso sabemos el nombre de nuestra calle pero nada de la persona a la que está dedicada.
Mi enhorabuena a la Concejalía de Turismo.