El nuevo pastor de la Iglesia asturicense es un hombre en el que por encima de los muchos calificativos que hemos recalado a vuela pluma en esta intensa mañana en que a primera hora DIARIO DE ASTORGA-ASTORGADIGITAL ha dado en exclusiva la noticia, es “hombre muy bregado”. Calificativo de trabajador, especialista en resolver entuertos y en pacificar posturas dispares.
Los sacerdotes y otros cargos de la curia consultados nos hablan de un hombre muy preparado, tanto humanamente como en tareas de gestión pastoral. Algunos nos han recordado su etapa en Gijón donde precisamente no había una sola corriente eclesiástica e incluso política. Donde él supo siempre sacar a buen puerto su misión, que no era otra que la de llevar la palabra de Jesús y saber administrar templos y personas sin que se pierda la esencia de su fin.
Otros creen que el nombramiento no cuenta con el nihil obstat como en los libros, del propio arzobispo de Oviedo, monseñor Jesús Sanz, pues lo tenía como uno, sino el principal, apoyo de su equipo. También, y no es de extrañar, que ostentar la tarea de obispo auxiliar viene a suponer que el Santo Padre te tiene en cuenta encomendar misiones más altas, pero que estás en “fase de aprendizaje” si se nos permite lo coloquial de la expresión. Es decir, siempre es más difícil y también más agradable, ser cabeza de León que no segundo de a bordo, por mucho que sea de un arzobispado ejemplar como lo es el asturiano.
A monseñor Camilo Lorenzo solo nos queda darle las gracias por su trabajo estos años. Su perfil de hombre de fe le hará pasar a la historia como uno de los más entregados al culto y ejemplarizante en su vida pía. Su mandato ha sido muy fructífero. El único lunar que se le podría adjudicar, quizás fue por su gran bondad a la hora de escoger un colaborador que, el tiempo lo está situando, como alguien que se aprovechó en general de Astorga y de los astorganos para su propia carrera eclesiástica. Esperemos del nuevo obispo que, como el Hijo de Dios, eche del Templo a los mercaderes o aquellos que solo con intereses materiales se acercan a la Casa.
Nos consta que con brazos abiertos la curia, los seglares trabajadores y nosotros, los diocesanos, recibiremos al nuevo obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez