Un estudio de la ULE revela el incremento del uso de plataformas y redes sociales para hacer deporte en el confinamiento

Más de mil personas respondieron a una encuesta entre el 10 de abril y el 10 de mayo para conocer cómo el estado de alarma modificó sus hábitos relación con la actividad física y el uso de las TIC

Un estudio desarrollado por César Sahelices Pinto de la Universidad de León (ULE), Ana María Magaz de la Universidad de Valladolid (UVA) y Marta García Tascón de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, revela el incremento del uso de plataformas y redes sociales para hacer deporte en el confinamiento.

Así se desprende de los resultados de una encuesta respondida por 1.046 participantes de ambos géneros de diversos lugares de España, entre el 10 de abril y el 10 de mayo, con el objetivo de conocer en qué medida el confinamiento de toda la población por la declaración el 14 de marzo del estado de alarma provocado por el COVID-19, modificó sus hábitos en relación con la actividad física y el uso de las Tecnologías de la información y las Comunicaciones.

“Este escenario extraordinario y único, -explica César Sahelices-, provocó que cambiasen costumbres de alimentación, de descanso, de relación personal, de práctica deportiva, entre otras, además de las situaciones laborales. Y todo ello generó un escenario vital de incierto que ha afectado al estado emocional de las personas”.

Una de las primeras conclusiones es que el confinamiento generó una modificación de ciertos hábitos. “En el domicilio pasamos más tiempo sentados, -apuntan los investigadores-, nos movemos menos por la vivienda y damos menos pasos de los recomendados como saludables”. A ello hay que añadir que la comida “está más accesible y apetece comer alimentos no del todo saludables, lo que generó una modificación de la dieta”.

Los participantes en la encuesta también reflejaron cómo se vio afectada su situación laboral con el confinamiento. Así, las personas en paro se duplicaron y los que estaban en situación de Erte se multiplicaron por nueve, mientras que quienes trabajaban en casa pasaron de ser un 6’3 por ciento a un 52’8 por ciento.

Pese a disponer de más tiempo, en líneas generales disminuyeron las horas de entrenamiento, así como la intensidad de los ejercicios, mientras que las plataformas virtuales y las redes sociales han triplicado y duplicado respectivamente su porcentaje de uso.

Destacan el incremento del uso del ‘smartphone’ para realizar ejercicio en casa, por lo que los autores del trabajo indican que sería “muy importante para las organizaciones y entidades considerar la adaptación de la oferta virtual a este dispositivo y no sólo a ordenadores o tabletas”.

En cuanto a las diversas plataformas que ayudaron a los encuestados a acceder a la actividad física virtual, el principal medio utilizado fue Youtube, tanto antes como durante el confinamiento. También Instagram, Facebook y Whatsapp duplicaron el porcentaje de su uso. Por este motivo, los investigadores apuntan que disponer de un canal propio en esta plataforma puede suponer para cualquier entidad u organización deportiva “un medio de comunicación con sus clientes muy notorio”.

Finalmente, la investigación también se detuvo en aspectos destacados del descanso y el estado de ánimo, de manera que pese a disponer de más tiempo para dormir, la calidad del sueño “empeoró y pasó de buena y regular a regular, mala y muy mala”.

A modo de conclusión, los investigadores señalan que toda la información recogida “es sumamente útil para poder tomas decisiones, aportar soluciones a la nueva normalidad y ser copartícipes del gran esfuerzo y gran transformación que tendremos que afrontar en adelante la ciudadanía, sobre todo relacionadas con la convivencia de nuevas normas de comportamiento social”, al tiempo que confían en que su trabajo pueda ser de utilidad para “diseñar y organizar nuevas formas de actividad física por las organizaciones deportivas”.

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