Perfil de nuestro enviado especial

Un cronista de excepción

El Bierzo Digital y Diario de Astorga cuentan, cada día, con el certero análisis y los artículos in situ de Francisco Martínez Carrión en el juicio del crimen a Isabel Carrasco
Paco Carrión llegando cada mañana a la Audiencia de León

Paco se levanta temprano. Madrugar siempre le ha gustado, nunca le ha supuesto ningún problema. Ni cuando fue director del Diario de León durante muchos años ni cuando se pasó “al otro lado de la mesa” como director de Comunicación en la desaparecida Caja España.

Después de una refrescante ducha y un buen café, lo primero que hace es ojear la prensa. De la última generación del papel, se diría que la transición a lo digital no le es ajena, aunque le cueste. Pero es que en el fondo, el periodismo y los periodistas auténticos siempre han existido, no importa el soporte usado para canalizar sus mensajes, sus trabajos.

Después de una breve etapa laboral alejada de la tensión informativa, las jornadas contrarreloj y el teclado, Francisco J. Martínez Carrión, Paco Carrión para muchos, ha vuelto a León, al periodismo; si es que en algún momento lo dejó del todo, que lo dudo, porque hiciera lo que diantres hiciera siempre acababa teniendo algo que ver con la comunicación, la escritura, la narración… Y es que el viejo periodista nunca abandonó su oficio. Lo lleva en el alma. Llega cada mañana a la sala de la Audiencia de León donde se juzga a las supuestas asesinas de Isabel Carrasco, “del asesinato, eh”, espeta, “vamos a ver si aclaramos las cosas, esto no es el caso Carrasco, es el caso de su asesinato”,  puntualiza a la directora a la hora de acordar el antetítulo o el cintillo de sus crónicas diarias.

Libreta y bolígrafo en mano, y con una intuitiva mirada, va quedándose con todos los detalles de la jornada, con los personajes, sus matices, el ambiente…Y nuestros lectores, por miles, tienen la suerte de ‘estar’ allí con él, sentados en la sala tapizada de fieltro rojo, ante togados vestidos con el boato solemnene y acusadas rindiendo cuentas ante la evidencia, ante el jurado popular, ante todos nosotros.

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