El modelo actual de ordenación sanitaria en Castilla y León toca su fin. La despoblación, dispersión, envejecimiento de la población y el incremento de los enfermos crónicos pluripatológicos obligan a la búsqueda de nuevas fórmulas para garantizar el futuro de uno de los pilares más preciados del Estado del Bienestar, en especial en el nivel de Atención Primaria. El plan de choque ya esta sobre la mesa, y la intención es que su pilotaje arranque de manera inminente. La fórmula: concentrar la atención médica que se presta en los consultorios locales en uno de referencia que esté abierto cinco días a la semana, ubicado estratégicamente y cuya accesibilidad se reforzará cuando sea necesario con transporte a la demanda.
La nueva fórmula no implicará cerrar los consultorios locales del resto de pueblos. En estos se potenciará la presencia de profesionales de enfermería y se mantendrán las visitas domiciliarias del médico cuando los pacientes lo requieran. Las “ventajas” también pasan por que los consultorios rurales de agrupación -el nombre elegido para este nuevo punto asistencial- verán reforzado su equipamiento para ser más resolutivos y mejorar la atención. La previsión es que cuenten con electrocardiógrafos, espirómetros, ecógrafos, retinógramos, dermatoscopios y servicios de telemedicina, incluso se baraja la posibilidad de reforzar las plantillas.
En estos momentos, la Consejería de Sanidad ultima el mapa para poder comenzar a pilotar el modelo en once zonas básicas de salud, una por cada una área de salud –existe una por provincia, excepto en el caso de Valladolid que cuenta con dos, Este y Oeste, y León, que suma la de El Bierzo.- En Zamora, la elegida es la zona básica de salud de Aliste. El resto están todavía por determinar, a la espera de que los responsables de Sanidad se reúnan con ayuntamientos y profesionales sanitarios, según avanza a Ical el director general de Planificación y Asistencia Sanitaria, Alfonso Montero Moreno. La cifra de consultorios rurales de agrupación dependerá por provincias, en función de criterios poblacionales y geográficos.
“Se trata de una reordenación para mejorar la asistencia y prestar mejor calidad a los pacientes. El modelo con el que hemos venido trabajando hasta ahora ha cumplido su papel. En estos momentos tenemos que buscar nuevas fórmulas e ideas más imaginativas” que garanticen el servicio en un nuevo escenario, incide a Ical Montero.
Entre otros argumentos, el responsable de la planificación sanitaria autonómica expone que hoy muchos pacientes requieren más de atención de cuidados de enfermería que de una visita médica, en especial en el caso de los pacientes crónicos y pluripatológicos, y que no es de recibo tener a un médico viajando de un pueblo a otro, cuando en muchas ocasiones recibe a dos o tres pacientes en su consulta.
Las soluciones en las que trabaja la Consejería también pasan por extender al ámbito rural la consulta no presencial a demanda, es decir, que, cuando sea posible y en casos muy concretos, se puedan atender a los pacientes por teléfono, e impulsar el desarrollo de la profesión enfermera.
Para Montero, como en más de una ocasión ha expresado la propia consejera de Sanidad, Verónica Casado, el déficit de profesionales en la Comunidad no responde tanto a un problema de número, sino de organización de los recursos. “Tenemos que impulsar nuevos modelos para responder a las necesidades de los pacientes en función de las necesidades actuales”, añade, sin olvidar la sombra que planea sobre el sistema: los problemas para encontrar sustitutos y las futuras jubilaciones.
No en vano, entre este año y 2020, un total de 249 médicos de Familia cumplirán 65 años. De ellos, la mayor parte se corresponden con la provincia de Valladolid, 58, de los que 34 pertenecen al área Este, y 24, a la Oeste. En Zamora la cifra se eleva a 32; en Segovia, a 31, que en el caso de la provincia de Palencia son 27. En Salamanca suman 25; 22, en Soria; 19 en el Área de Salud de Ávila, a los que se unen 16 en la de El Bierzo y cuatro en la de León, y 15 en la de Burgos.
Consenso
Esta medida se enmarca en la línea de las propuestas del grupo del grupo constituido hace un año para redibujar el modelo de Atención Primaria en la Comunidad, que fue impulsado por la propia Consejería, los grupos políticos y diferentes organizaciones profesionales y sociales, con el objetivo de buscar una propuesta de mejora compartida en torno a la estrategia que se debe poner en marcha durante los próximos 15 años para mejorar la Atención Primaria, en especial su situación en el medio rural.
El grupo se creó para dar cumplimiento a la moción del Grupo Socialista, aprobada por unanimidad de las Cortes de Castilla y León, el 26 de septiembre de 2018, y según lo acordado en el pleno del Consejo Castellano y Leonés de Salud del 3 de julio de 2019.