El periodista conoció a Luis Tudanca en el Congreso de los Diputados, concretamente se lo presentaron en la cafetería durante un frugal almuerzo con un diputado leonés. La impresión del nuevo secretario general regional del PSCyL, tras el acoso y derribo de Villarrubia, fue la de un joven con poco magnetismo y ningún rasgo de liderazgo; vamos, que no era de esas figuras políticas que solo con su presencia te dicen algo. Sin embargo, para ser sinceros, esos ojos vivarachos eran solo la superficie de una picardía y listeza de los que aprenden rápido con dosis medidas de ambición calculada.
El Partido Socialista Obrero Español vive, todo él, en un proceso de renovación y adaptación de nombres y programa para los nuevos tiempos que marcha el siglo XXI. Fue en dar primero con el quid de lo que la democracia española declamaba. El centro y la derecha fueron por detrás y los ultras de ambos lados quedaron fuera de tiempo y lugar. Y metidos en estas harinas Tudanca apostó tanto y tan fuerte por el caído Pedro Sánchez que tan solo le queda la salida de convocar un congreso extraordinario y ganarlo o…dimitir.
Y mientras en Madrid la gestora fía lejos la digestión a nivel nacional, Luis Tudanca hace malabares para aparecer ante el mundo, la prensa y los suyos como si de un «no ha pasado nada». Por el camino algunos apoyos, como el de Tino Rodríguez en León se han evaporado. El de Babia ha sabido cambiar de corriente con rapidez y astucia. Lección de madurez política.
En Soria, su alcalde, Carlos Martínez se apuntala cada vez con más proyección y peso regional. En Valladolid, Óscar Puente, crítico con la gestora y pro-Sánchez, está aprovechando sus apariciones en prensa para mostrar músculo en esta liza. Y quizás con menos seguimiento mediático lo cierto es que en el PSCyL hay movimientos internos.
Para ABC