Triski llegó a las instalaciones de la perrera municipal de Astorga en junio de 2017, lleno de mordiscos, sucio y algo asustado, “no sabemos si se perdió, si lo abandonadon o se despistó de su hogar, y nunca lo sabremos pues como casi todos los perros que llegan, al no tener chip no pudimos ayudarle a volver a su casa”, explican desde el centro que gestiona Apada (Asociación Potectora de Animales de Astorga).
En poco tiempo, cuenta, se adaptó al cariño, a los paseos y las chuches. “Y poco a poco nos fue regalando esa sonrisa tan maravillosa que tiene cuando te mira”, recuerdan. Está, desde hace algunas semanas, en una casa de acogida pues los otros perros le atacaron por la comida que alguien tiró desde fuera al patio donde ellos viven, “no sabemos si pensando en hacer el mal o si fue simplemente algo no pensado”. Sus heridas ya han curado y ya es hora de que vuelva a la perrera, pero a las voluntarias de Apada les da mucha pena. Desde la casa de acogida en la que se encuentra solo tienen buenas palabras para Triski, dicen que es cariñoso, bueno, tranquilo, no hace sus necesidades en casa, no rompe nada cuando se queda solo, no llora ni ladra, “con las otras perritas de la familia se lleva genial… en una palabra, es un sol”.
Por este motivo, todos los amigos de Apada están “desesperados” para buscarle una familia, un hogar donde Triski pueda ser feliz y no tenga que pasar el frío invierno en la perrera. Triski tiene apenas 2 años, está castrado, desparasitado y vacunado, es de tamaño mediano, pesa unos 14 kilos. Necesita un hogar normal, donde le quieran mucho y pueda disfrutar con sus humanos dando paseos.
Desde la protectora de animales piden ayuda a los ciudadanos y ciudadanas de Astorga. Si crees que puedes darle ese hogar escribe a apadastorga@hotmail.com o en su página de Facebook.