“Mi madre me había dicho en una ocasión que quería matar a Isabel Carrasco. Me dijo que ya no podía aguantar más y que buscara un arma. No me esperaba eso y no lo valoré pero busqué en Internet. A los pocos días hablé con ella y le dije que no podía hacer eso, que ya sabía que lo hacía por mí pero que no buscara ese problema. Se lo dije en octubre o noviembre de 2012, cuando había pasado el Congreso del PP.”. Así relató hoy Triana Martínez cómo supo que su madre había decidido acabar con la vida de la política leonesa, durante las respuestas a las preguntas del fiscal, que se prolongaron durante dos horas.
Además, negó que supiera que su madre hiciera seguimientos a Isabel Carrasco y, a preguntas del fiscal, señaló que un día vio en el ordenador una búsqueda de armas hecha por su madre, a la que pidió “que no le diera más vueltas a ese tema, que no se podía”. El día que ocurrieron los hechos, según la joven, su madre le hizo una llamada poco antes de cometer el crimen. “¿Dónde estás?, Vete para el coche”. La estoy viendo, voy a terminar todo esto”, le habría dicho Montserrat a la que ella respondió “que no hiciera una tontería” y se dirigió hacia la zona donde su madre le dijo que estaba.
Poco después vio cómo tiraba el bolso que portaba. “No pude hablar con ella. Mamá estaba rota, mal y yo me puse súper nerviosa. Pensé que había cogido una de las pistolas reglamentarias de mi padre”, relató. Después de recoger el bolso y meterlo en el suyo -más grande- atisbó a Raquel “por casualidad” y la llamó para preguntarle si había visto a su madre. Esa llamada, hecha con un teléfono pre-pago y que duró 17 segundos es la que el fiscal atribuye a una supuesta intención de informar a Gago de que el crimen ya había sido cometido.
Cuando llegó al coche de Gago, que estaba hablando con otra persona, le preguntó si estaba abierto e introdujo en el interior el bolso que contenía el otro bolso, en el que estaba el revólver, “y lo doblé un poquitín”. “Quería hablar con Raquel para ver si había visto a mi madre, porque estaba preocupaba de ir a ver cómo estaba mamá y yo estaba muy nerviosa pero como estaba hablando con otra persona no lo hice. Pensaba volver pero ya no pude”, describió, en relación al momento en el que se produjo el registro de su vehículo, al que ya había llegado Montserrat, que tenía un juego de llaves del mismo, y a la posterior detención de ambas.
”No podía olvidarme”
Respecto a las armas localizadas en el piso de Triana, ésta señaló que desconocía su existencia y en cuanto a los recortes con imágenes de la victima aseguró que ella “solamente compré el Interviú en Astorga, porque en León ella (Isabel) había mandado comprar todos”. “Me hizo la vida imposible. Intentaba olvidarme y no podía”, declaró antes de negar que ella hiciese algún seguimiento a Carrasco.
La declaración
“Me limité a decir los policías me dijeron que tenía que decir… porque venían a ayudarme. Hicieron hincapié en que dijéramos que me había pedido que me deshiciera de el revólver”, afirmó respecto a las diferencias entre su declaración inicial y a la prestada hoy acerca de lo ocurrido después del crimen, cuando madre e hija se encontraron y Triana depositó el arma en el coche de su amiga policía. Son afirmaciones que, según dijo, hicieron porque pensaban que los policías llegados de Burgos par colaborar en la investigación les pensaban ayudar, según aseguran que les dijeron, tras mencionarles a un amigo de su padre y marido.
Triana preguntó si podía hablar con su padre y le dijeron que no, pero que vería a su madre. “No me preguntaron qué había pasado. Querían encontrar el arma y mamá les había dicho que la había tirado. Yo pensaba que la pistola era de mi padre y pensé que estábamos solas y me engañaron. Yo no quería hablar nada de Raquel. Ella no tenía nada que ver…. pobre”, detalló.
Montserrat tuvo acceso a la declaración de su madre y los agentes de Burgos le habrían convencido de que siguiese el supuesto ‘guión’ que éstos les habrían planteado a ambas para evitar que Triana se viese implicada y simular la aparición del arma durante las labores de búsqueda de la misma.
Relación con Carrasco
“Isabel Carrasco me perjudicó… en la vida. Había creado esa plaza para mí pero como no me quise acostar con ella trató de poner un tribunal para que no la sacara yo, fuera para otra persona y luego la amortizó para que no pudiera volver a presentarme”, aseguró antes de hablar de la etapa en la que ambas mantenían una buena relación.
“Me pidió que fuera a instalarle una aplicación y entonces me dijo que ya había salido la plaza y que tenía mucho que ganar. Me besó. Se insinuó todo el rato, vino, me entró… Me daba vergüenza, me sentí tan mal que sólo se lo pude contar a mi madre, ni siquiera a mi padre. Y al psiquiatra. Me lo sacaron ellos. Y el abogado me echó una bronca cuando se enteró”, manifestó en referencia al supuesto episodio de acoso vivido en el piso de la política leonesa. Por otro lado, Triana negó que ella y Raquel hayan tenido una relación fuera de la amistad y reconoció que la agente “me apoyaba mucho, se preocupaba”.