Tres jugadores de la Arandina, entre ellos el astorgano Carlos Cuadrado, ‘Lucho’, detenidos por un presunto delito de abuso sexual

Efectivos del cuerpo Nacional de Policía arrestaron este mediodía de lunes en su domicilio de Aranda de Duero a dos jugadores de la Arandina Club de Fútbol: Carlos Cuadrado Santos, conocido como ‘Lucho’ y natural de Astorga, y al ponferradino Víctor Rodríguez Ramos, ‘Viti’. Delantero y portero del club ribereño respectivamente, están acusados de cometer un presunto delito de abuso sexual, además de un tercer jugador y compañero suyo de piso, Raúl Calvo, que en el momento de la detención se encontraba en Valladolid y se presentó de manera voluntaria en las dependencias policiales a su llegada a Aranda.

Al parecer una joven habría interpuesto una denuncia por presuntos abusos sexuales en un juzgado de Madrid aunque no ha trascendido el contenido de la misma y dónde y cuándo se han podido producir los hechos. No obstante, los tres futbolistas pasaron la noche en la Comisaría de la Policía Nacional de Aranda de Duero y se prevé que a lo largo de la jornada de este martes pasen a disposición judicial. El caso está bajo secreto de sumario y apenas han trascendido datos sobre lo ocurrido.

El joven berciano de 22 años, antiguo jugador del Atlético de Bembibre, fichó por el club burgalés el pasado mes de junio. Un mes más tarde hacía lo propio el astorgano Lucho, de 24 años, y en agosto lo hizo Calvo, de 19 años. El club, que ha reconocido a través de un comunicado oficial las detenciones, ha querido manifestar su “máximo respeto a la Justicia” al tiempo que su presidente, Pedro García, pedía en la Cadena Cope que se mantuviese la presunción de inocencia sobre los acusados, “el motivo de las detenciones no se conoce. Lo que se dice por ahí al respecto son bulos, la causa está bajo secreto de sumario. Mañana martes -por hoy- tendrán que declarar ante el juez y se sabrá algo más”.

A pesar de esta apariencia de tranquilidad ante la acusación de abuso, según informan medios locales de Burgos, la noticia habría caído como una ‘bomba’ en el seno del club ribereño que no descartaría tomar medidas disciplinarias contra los tres jugadores, entre la suspensión cautelar del club o la rescisión de cualquier vínculo contractual, a espera de lo que dicte el juez.