Obviamente el título de este artículo es un pequeño homenaje al pregonero de las Fiestas de Santa Marta 2015, Ángel Manuel Alonso Jarrín. “Gelo Jarrín” en mi infancia era uno de los “mayorones” del que fue sin duda el mejor equipo de baloncesto de la historia de Astorga, el del Obispo Mérida. Junto “Chopo”, “Dioni”, “Gelo Fuertes”, “Isma el Flecha” y alguno más que seguro me olvido. De hecho, creo que sólo los de mi quinta: “Luis Mallorquina”, “Dani Salvadores”, “Pepe Alonso”, “Juan Vecino”, “Adolfo Alonso”…alguno más y el que suscribe nos acercamos un poco a esa época dorada del basket astorgano. De hecho que Múgica o Ángela Salvadores sean nuestras perlas en este deporte es toda una alegría que ojalá no fuesen individualidades brillantes. Algo es algo.
Jarrín en tiempos de universidad era uno de los referentes viéndole en esa especie de Informe Semanal versión Antena 3. Solo que en la cadena privada en vez de cuatro reportajes eran tres. De ahí el título. De sus múltiples cualidades humanas y profesionales no voy a decir nada. Me las guardo para mejor ocasión. Pero sí quisiera dejar claro que tras una generación brillantísima de las letras y el periodismo astorgano de mitad del siglo XX ha existido, en mi opinión, un vacío que hasta esta otra que como Vicente Ángel Pérez, el propio Alonso Jarrín, Lalo Fernández Mallo y otros, ya venía siendo hora de tener en cuenta. Bueno, “Toti”, Vicente, ya había puesto alguna pica que otra en el lugar, que no es Flandes precisamente.
Equilibrios de Gobierno
El PP de Arsenio García, totalmente legitimizado por la fuerza de los votos y la aritmética clara resultante de las pasadas elecciones de mayo, abrió su gobierno a todos las fuerzas políticas. Tan sólo el PSOE ha mostrado una clara postura de oposición sin posibilidad a ningún acuerdo parcial y total. Las loas iniciales parecían indicar el inicio de una luna de miel entre los tres ediles comunistas y los del centroderecha. Una situación que duró unas pocas semanas ante la incesante política agresiva de la ultraizquierda por mostrarse ante la opinión pública como los únicos vencedores y fuertes en todo tipo de decisiones o acuerdos. Esa puesta en escena de ruedas de prensa, comunicados y comentarios en redes sociales de personas que, ahora son cargos públicos, sembró dudas y más que una queja en el seno del PP. Sin llegar a la ruptura, el talante del alcalde fue el de calmar a su grey pero evidenciar que no tenían ahí un seguro de gobierno estable y tranquilo. Al menos con garantías de futuro que es lo que necesita Astorga tras cuatro años de riñas crónicas en la Casona.
Y en estas surge la figura de Pablo Peyuca, el PAL. Con la más que posible interpretación de ver techo en sus resultados con una estrategia de reclamo y queja continua, el líder leonesista, parece haber cambiado de actitud. Él afirma haber dado también un cheque en blanco durante los primeros meses de mayoría minoritaria al PSOE de Victorina Alonso en la pasada legislatura y que ahora hace igual con el PP de Arsenio García. Pero lo cierto es que hasta las Navidades el Grupo popular ha encontrado en los tres ediles del PAL la garantía de estabilidad matemática en los asuntos plenarios y, aún más, en casi el día a día municipal. Como muestra, el asunto de los comerciantes y la primera acción con los residuos de las pescaderías.
Esta situación ha llevado a las huestes de IU a aumentar más si cabe su postura de oposición. Ese lugar, ocupado por el PSOE, puede llegar a una más que lógica unión de las llamadas izquierdas. Sin embargo, el socialismo astorgano tiene, para ser fuerte y alternativa, que pasar aún el Rubicón de abandonar la provisionalidad de la Gestora local y confrontar a las dos “familias” en unas elecciones internas de partido. Hasta entonces no habrá legitimidad de representación real, aunque sí legal del Grupo municipal y el grupo de ciudadanos que se consideran socialistas. Todos sabemos que hay más afines a este partido que los recortados tres concejales obtenidos.
En ese panorama el PAL, con un leonesismo aceptado por toda la ciudadanía de la provincia, un pensamiento y actitud sociológica más que política, camina por un filo de navaja que puede llevarle, como a la UPL, a la casi desaparición en sucesivas elecciones. Más si cabe, con dos partidos emergentes como son Podemos, por la izquierda, y Ciudadanos, por la derecha. Al menos a nivel nacional y regional. Astorga ya sabemos es especial.
Peyuca no va a decir, ni nunca lo dirá, que va a gobernar en coalición. Ni con el PP, ni con el PSOE. Al menos hasta que no llegue el momento. Si llega. De la misma forma y manera que el PP tampoco afirmará que necesita en determinados puntos al PAL. Por eso la ambiguedad, esa que magistralmente manejó Jordi Pujol tres décadas, diciendo una cosa en Barcelona y otra en Madrid, va a ser en estos meses lo que nos vamos a encontrar.
Casa Panero
Jugar con fuego. Aquí anunciamos que alguien se había dado excesiva prisa en arreglar sus asuntos con el Ayuntamiento en mes y medio de gobierno. No puede ser, o al menos “canta”, que en tan poco tiempo se concedan plácets en diversas materias donde siempre aparece la figura de una persona muy ligada a las empresas locales, a la cultura y a sus propios intereses personales. De momento, y no hablamos del ex alcalde, la creación de la Asociación de Amigos de la Casa Panero, o Fundación, pues no se sabe muy bien; está creada y sea bienvenida. Otra cosa es la situación o el papel que el Ayuntamiento, es decir, todos nosotros, juega en esa entidad o los bienes públicos. Al cómo y al qué es algo que, entendemos, tenemos derecho a saber mejor y nos parece que hay que pulir legalmente mucho más esas cosas. Estamos seguros que si se piensa en una gestión privada de un espacio público, el órgano debe ser al menos mixto y con un articulado legal claro y detallado. Se habla mucho comparativamente, quizás con malicia, de la explotación del Museo de los Caminos. A lo que el periodista responde a quien se lo argumenta que eso es una propiedad privada de la Iglesia y es la propia Diócesis la que decide lo que desea con quien desea. Pero en el caso Panero no. Ahí hay que tener cuidado y quizás haya habido cierta precipitación que no mala fe o deseos ocultos de favorecer. No creemos vayan por ahí los tiros…
Y como eran tres, como los temas del semanal de Antena 3 hace lustros, por hoy nada más. Bueno, sí, que lo del cartel de Fiestas es algo anecdótico, sin más. Esta semana se renunció en un asunto similar a la Feria Infantil Cima de Ponferrada y punto final. Matar moscas a cañonazos no parece ser muy inteligente por parte de algunos que, cuando paralelamente aparecen temas más graves curiosamente guardan un absoluto silencio con mutis por el foro. Esa es la diferencia entre una oposición seria, que sí está sobre el asunto, frente a la política ficción o virtual de otros.