Entre 1902 y 1903 el pintor Joaquín Sorolla visitó la ciudad de Astorga. Sus impresiones de los maragatos de principios del siglo XX un martes de mercado en la plaza de San Bartolomé quedaron plasmadas en una pequeña tablilla que Sorolla llamaba generalmente “apuntes” y que le permitían recoger con rapidez ideas o impresiones de cosas vistas. Hoy, esa imagen se expone en la muestra Cazando impresiones. Sorolla en pequeño formato en el Museo Sorolla de Madrid.
El pintor madrileño recorrió la provincia en busca del colorido de los campesinos leoneses. “Sorolla encargó a un orfebre en Astorga un collar e hizo fotografías en la ciudad que se conservan dentro del legado del pintor”, explicó este jueves la concejal de Cultura, Emilia Vilanueva. En homenaje a este recuerdo, el Ayuntamiento prepara una imagen que se va ubicar en la plaza de San Bartolomé, en un punto clave para que se pueda apreciar la fotografía que Sorolla tomó y la pintura que luego dedicó a la imagen. “El material será similar al del miliario sobre un pilar de un material adecuado al entorno simulando un atril y una leyenda que explique el paso de Sorolla por Astorga”, finalizó la concejala Villanueva.
Miguel Ángel Cordero, director del Museo La Comunal de Val de San Lorenzo recibió de la etnógrafa Concha Casado unas publicaciones que aludían al paso de Joaquín Sorolla por Astorga y la Maragatería. “Me puse en contacto con el Museo Sorolla y entre los documentos investigué que el pintor estuvo en Astorga y la provincia. Llegó a la provincia a principios del siglo XX para mostrar la riqueza de la indumentaria campesina de las comarcas leonesas. Por ello acudió a los mercados semanales, romerías y rogativas que plasmaba en sus apuntes”, explicó el curador. En 1907, pintó un retrato titulado Aldeanos leoneses, “fue el punto de inflexión en la carrera de Sorolla, pues este cuadro fue la primera adquisición de la ‘Spanish Society’ de Nueva York”, señaló el experto.
El homenaje de la plaza San Bartolomé estará listo para el mes de abril y será un recordatorio y homenaje permanente al paso de Joaquín Sorolla por la ciudad de Astorga.
Vínculo con Val de San Lorenzo
Aunque no hay ningún documento, Sorolla, que no impartía calses, pero era profesor puntual en Madrid, animó a los alumnos madrileños a acudir a un curso de verano celebrado en Val de San Lorenzo. “Es el único curso que se hizo en la provincia de León”, explicó este jueves Miguel Ángel Cordero.
Ahora Cordero busca encontrar esa relación, el vínculo, a través de un amigo ceramista, que unió a Joaquín Sorolla con Val de San Lorenzo.