Las tradiciones de ‘Todos los Santos’

Cada 1 de noviembre se celebra el día de los difuntos, una fecha para recordar a los familiares que nos antecedieron acompañados siempre por dulces y flores

Estrenamos nuevo mes y con la llegada de noviembre se celebra el Día de Todos los Santos, una fiesta que tiene su origen a mediados del siglo IX cuando el Papa Gregorio IV decidió extender la celebración del 1 de noviembre a toda la Iglesia Católica conmemorando a todos aquellos difuntos que, aun habiendo superado el purgatorio, se habían santificado plenamente consiguiendo la vida eterna en presencia de Dios. Siglos después, el Día de Todos los Santos es una fecha familiar, que se aprovecha para ir al cementerio a visitar las tumbas de los difuntos, y en la que también han arraigado otras costumbres convertidas ya en tradiciones, como el consumo de dulces típicos de la época, en Astorga buñuelos y huesos de santo.

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Así lo explica Fernando Rodríguez, tercera generación de Dulces La Mallorquina, quien destaca que una de las “estrellas” de esta época son los buñuelos de viento -denominados así porque están vacíos- o buñuelos rellenos, que tradicionalmente contenían crema y chocolate. El otro producto típico de esta celebración es el hueso de santo.

El origen de estos dos dulces típicos es un poco impreciso, aunque la mayoría de las teorías apuntan a que fueron los árabes quienes introdujeron los buñuelos y los mazapanes -base para los huesos de santo- en España. En ‘Todos los Santos’ se consumen los tradicionales buñuelos dulces. Así, los días previos y posteriores a cada 1 de noviembre, buñuelos y huesos son los reyes de las pastelerías. “Son dulces que sólo hacemos en ‘Todos los Santos’, para no desvirtuar el producto; además, el resto del año tenemos otros dulces que van acordes a los productos de temporada”, explica Fernando Rodríguez.

Huesos de Santo y buñuelos de viento rellenos de crema son los dulces típicos de Todos los Santos. / CCU
Huesos de Santo y buñuelos de viento rellenos de crema son los dulces típicos de Todos los Santos. / CCU

Dulma, que este año celebra su centenario, ha hecho buñuelos y huesos de santo desde el inicio. “La receta es auténtica, aunque han sufrido pequeñas modificaciones, para adaptarnos a las materias primas, que siempre intentamos escoger lo mejor”. De esta forma, en La Mallorquina, fríen los buñuelos en aceite de oliva y los preparan en torno a estas fechas.

Por su parte, los Huesos de Santo aparecen citados en un recetario madrileño de 1611 y son típicos de Castilla y León, aunque en la actualidad están muy difundidos por toda la geografía española. Los Huesos de Santo son un producto con un contenido graso y proteico bastante bajo, por lo que su contenido calórico es bastante ligero. En La Mallorquina hacen los tradicionales huesos rellenos de yema, que son los que se han consumido durante generaciones en Astorga.

Huesos de Santo de La Mallorquina en Astorga. / CCU
Huesos de Santo de La Mallorquina en Astorga. / CCU
Flores

Una de las tradiciones más asimiladas en España para conmemorar la festividad de  ‘Todos los Santos’ es acudir a los cementerios en los que se encuentran enterrados los seres queridos para rendirles homenaje y recordarles. Y una de las señales más comunes de recuerdo en este 1 de noviembre es realizar ofrendas florales a los difuntos, un momento lleno de nostalgia que suele durar todo el día.

cementerio de Astorga

Crisantemos, rosas o lirios son flores muy demandadas en esta época del año ya que los cementerios tienen, en estas fechas mayor colorido que el resto del año. Limpiar las tumbas de los “santos” particulares es también una tradición que se celebra en todo el mundo para honrar a nuestros antepasados.

Limpiar y asear las tumbas es una de las tradiciones del Día de los Difuntos. / CCU
Limpiar y asear las tumbas es una de las tradiciones del Día de los Difuntos. / CCU

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