La recuperación del parque del Mayuelo en el barrio de Rectivía, el más poblado del municipio, no puede ser otra cosa que motivo de alegría. Verdaderamente el recinto ha quedado digno de ser disfrutado por los astorganos de todas las edades ahora que empieza el verano. Astorga en general, se ha dotado de varios “pulmones verdes” con el parque de La Eragudina y el Jardín de la Sinagoga que hacen de la urbe mucho más amable y habitable. Lugares para el paseo, la conversación y el encuentro entre personas van muy en sintonía con la forma de ser del astorgano. De vida tranquila pero inquieta en lo intelectual. Aunque claro, siempre habrá excepciones y esperemos que los cafres no estropeen lo bonito y arreglado que ha quedado el recinto aludido.
Y hablando de estropicios aquí tenemos las tormentas de verano, cortas en duración y cuantiosas en cuanto a descarga acuífera. Ya se ha hecho evidente que el sistema de evacuación de aguas, alcantarillado, pide a gritos una solución que, según los munícipes, “se tenía que haber tomado hace décadas”. El caso es que el problema está ahí y sale a la luz, o mejor dicho a la superficie tratándose de aguas en cuanto cae un chaparrón de cierta envergadura. Este asunto va a requerir inteligencia ingeniera, mucha inversión económica y tiempo para solventarse.
Mientras tanto, asistimos a la primera boda entre personas del mismo género de la que se tiene al menos conocimiento en la pequeña gran historia local. Otros sacan brillo a sus armas de astures y romanos pues es sabido que julio es ante todo y por encima de todo el mes de la fiesta asturromana en Astorga. Aquellos antepasados también miraban al cielo incluso antes de guerrear.