La colección personal de relojes de José María Ramos, relojero de Astorga, volverá a estar abierta al público a partir de este sábado 9 de abril.
Así, tras más de tres meses cerrado, el Museo del Tiempo (calle Martínez Salazar, 9), renace de nuevo para mostrar, a astorganos y visitantes, las 350 joyas y piezas únicas, de diferentes procedencias y épocas, que este apasionado de la relojería ha ido coleccionando a lo largo de su trayectoria profesional.
“El Museo del Tiempo es único en Castilla y León, no hay ninguno más, y estoy seguro de que va a gustar a todas esas personas que no lo conozcan, ya que todo el que ha entrado aquí ha salido encantado y sorprendido, porque no era lo que pensaban”, explica el relojero.
Alega que aún hay mucha gente en Astorga que no sabe de la existencia de este museo, y cree que “merece mucho la pena” ver esta colección: “Hay relojes del año 1700 hasta nuestros días. Además, en abril siempre renovamos las piezas. El museo nunca está igual, siempre estamos cambiando relojes de la colección”.
Piezas únicas
José Ramos afirma que hay más de diez piezas nuevas en la colección como un reloj de vigilante, un reloj de cremallera del año 1700, cronómetros de palomas mensajeras, un reloj de vela con despertador y un reloj de arena con partículas doradas, entre otros.
El relojero consigue las piezas en rastrillos y anticuarios. Hay relojes de prácticamente todos los lugares del mundo como Francia, Rusia o Polonia y, por supuesto, de Astorga: “Tenemos despertadores de diferentes relojerías de Astorga y, dentro de nuestra colección de relojes bolsillo, que también se van cambiando, tenemos por ejemplo del conocido relojero Losada”.
También cuenta con una pieza espectacular: la segunda maquinaria del reloj del Ayuntamiento. Esta data de 1807 y fue creada por el herrero Bartolomé Fernández.
El reloj, con cuatro trenes de rodaje y 167 años de funcionamiento, posee algo muy conocido para todos a día de hoy, el toque de queda: “Este reloj tiene una rueda que daba las campanadas para que todo aquel que estuviera dentro o fuera de la ciudad supiera que se cerraban las puertas y ya no se podía ni entrar ni salir”.
Todos son especiales, pero hay uno que para él es increíble: un reloj ruso hecho de arcilla, del año 1813. Esta pieza tiene algo muy especial, un loro escondido: “Cuando los pequeños visitan el museo se vuelven locos para encontrarlo”.
Otra pieza única es el reloj del ajedrez, con el que jugaron Viktor Korchnói, Anatoli Karpov, Alexander Beliavsky, Susan Polgar o Lujbomir Lujboyevic en el Torneo Magistral Ciudad de León.
Cierre y reapertura
José Ramos explica que tuvo que cerrar en enero porque le “estaba constando dinero”, pero, gracias a un acuerdo con el Ayuntamiento de Astorga, el lugar tendrá más difusión y será parada esencial para los turistas: “Espero llegar a una acuerdo total y crear un convenio para que este museo pueda seguir muchos años más aquí”.
Además, una de las actividades que tiene en mente es un taller para que los niños conozcan como es un despertador por dentro y aprendan un poco más sobre el oficio. Y para todos aquellos que durante la visita se enamoren de alguna pieza están de suerte, ya que los relojes se pueden adquirir, previo acuerdo con el coleccionista.
En cuanto al horario, durante la Semana Santa, estará abierto de lunes a sábado, de 11.30 a 14 horas y de 16.30 a 20 horas, y los domingos solo por la mañana. Para visitar el museo, se puede hacer reserva previa en el teléfono 661 477 911.
Por último, José Ramos anima a todo el mundo a acercarse y conocer este rincón único en la ciudad y en la Comunidad: “Hay que verlo y puedo asegurar que los que vengan van a salir gratamente sorprendidos”.