Las estaciones de esquí de la provincia (San Isidro en Puebla de Lillo y Valle de Laciana-Leitariegos en Villablino) permanecen cerradas por falta de nieve. Los amantes del deporte blanco, que no se han podido estrenar esta temporada en la provincia, ven pasar las fiestas navideñas sin poder disfrutar de su afición por ausencia de precipitaciones.
La situación en las instalaciones vecinas del Principado de Asturias (Valgrande-Pajares y Fuentes de Invierno) es la misma: la falta de nieve impide una ‘blanca Navidad’ y dibuja en negro las previsiones de resultados cuando acabe una campaña de esquí que todavía no se ha podido iniciar. Las previsiones meteorológicas no pronostican las condiciones adecuadas para que la apertura sea una realidad, ni siquiera en la próxima semana.
Las presentes fiestas son las terceras en un lustro que dejan un paisaje menos blanco de lo habitual y contrastan con las del pasado año, cuando en todo el periodo navideño pudieron contabilizarse un total de 12.460 esquiadores. San Isidro sumó 11.253 visitantes, de los que 2.509 pasaron por sus instalaciones el 30 de diciembre, mientras el 4 de enero lo hicieron 1.994. La estación de Valle de Laciana- Leitariegos recibió los últimos días del pasado año un total de 1.207 usuarios, siendo también el sábado 30 de diciembre el día de mayor afluencia de usuarios, con 329.
De esta forma, los aficionados pudieron resarcirse de las anteriores navidades, las de 2016 y las de 2015, cuando la nieve fue esquiva con la provincia en esas fechas, en contraste con las de 2014, en las que una climatología óptima favoreció la llegada de visitantes gracias a las precipitaciones de las fechas anteriores y a las bajas temperaturas, que posibilitaron la fabricación de nieve. En total, se registró el paso de 18.802 personas, 17.067 en San Isidro y 1.735 en Leitariegos.
Así las cosas, las instalaciones que gestiona la Diputación Provincial presentan un panorama poco deseable en unas fechas en las que la práctica de los deportes de invierno debería haber supuesto ya una inyección económica para las zonas afectadas. A ello se suma la decepción de los esquiadores, que a buen seguro mantienen las esperanzas de que los próximos meses sean más propicios.
En cualquier caso, parece improbable que se puedan alcanzar en el año que está a punto de estrenarse cifras similares a las del balance de la temporada anterior, que con un total de cerca de 170.000 usuarios fue la mejor del último lustro para las estaciones de esquí. Cabe recordar que las instalaciones tuvieron que ampliar incluso su periodo habitual de apertura y estuvieron operativas tanto en el Puente de la Constitución como en Navidad, Carnaval y Semana Santa.