Jesús Fernández afirma que con esta nueva ley "quedan en evidencia los planteamientos políticos, abonados a una cultura de la muerte, que, tras imponer sin consenso ni debate la ley de la eutanasia, quiere hacer lo mismo con la del aborto"
Sensible y consciente del problema de abusos a menores, pide perdón y suscribe su compromiso de escucha y acompañamiento a las víctimas, así como de prevención mediante la formación de los agentes de pastoral