La agente de la Policía Local Raquel Gago fue la intermediaria de la compra de las dos armas que tenían en posesión la autora confesa de los disparos, Montserrat González, y su hija Triana, según fuentes de la investigación
Madre e hija se disponen a pasar su segunda noche detenidas. La madre se habría negado, según algunas fuentes, a someterse a la prueba de la parafina que la encontró culpable, si bien finalmente no tuvo más remedio que pasarla
La actuación del policía jubilado que siguió a las sospechas, ha sido la clave para la detención de la presunta asesina, Montserrat González, y de su hija, Montserrat Triana Martínez, que aún no han pasado a disposición judicial. El arma sigue sin aparecer
"Estaba destrozado como estamos todos en la ciudad", describió y aseguró que no tenía ninguna sospecha de que su mujer y su hija pudieran hacer algo así. Constató que la familia vivía entre León y Astorga, además de pasar algunos fines de semana en Gijón, y remachó: "Estamos conmocionados"