STECyL-i insta a la Junta a aprovechar la situación creada por el Covid-19 para bajar la ratio de alumnos por aula

El sindicato tacha de “irresponsabilidad” que Educación no implemente medidas que permitan construir escenarios de vuelta a los centros “realmente inclusivos y con recursos suficientes"
Alumnos en clase. / QUINITO

La Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Enseñanza (STECyL-i) instó este miércoles a la Junta a aprovechar la situación creada en los centros por el covid-19 para disminuir el ratio de estudiantes por aula, una demanda sobre la que esta formación ha insistido desde el inicio de la política de “recortes” que, a su juicio, es la culpable de la masificación, la reducción de las plantillas del profesorado y el empeoramiento de las condiciones de la atención a la diversidad. “La bajada de ratio por aula repercutirá positivamente en la labor educativa y aumentará las posibilidades de una atención más individualizada y vital para que la atención a la diversidad no quede en papel mojado”, señaló en un comunicado.

También, por si estos argumentos “no fueran suficientes”, la situación generada por el covid-19 “pone encima de la mesa, de una manera mucho más urgente, la imperiosa necesidad de reducir el número de alumnos por aula”. “Debemos abordar un plan de recuperación educativo que debe ser ambicioso y debe contar con recursos suficientes. De lo contrario, las consecuencias para nuestra Comunidad serán incalculables”, advirtió el sindicato.

Igualmente, reprocharon que “están teniendo un evidente déficit” en las actuales cuestiones referentes a la atención a la diversidad en términos generales, al alumnado con necesidades educativas y a aquel con necesidades educativas especiales en particular.

Por ello, STECyL-i sostuvo que es “innegable” que las condiciones de la educación telemática conllevan un “incremento de la desigualdad educativa, un retraso curricular en el conjunto del alumnado, acentuándose en aquellos casos afectados por la conocida brecha digital y provenientes de entornos socioeconómicos desfavorables”.

A su juicio, la “brecha social” preexistente “se ve ensanchada en estos tiempos por la suma de aquella que “plantea numerosos e importantes retos para los que las administraciones públicas deben estar preparadas”. En este sentido, las propias instrucciones remitidas por la administración, así como los acuerdos de la conferencia sectorial de educación, hacen alusión a la necesidad de afrontar aspectos académicos de este curso.

Por todo ello, desde STECyL-i consideraron que sería una “irresponsabilidad” de la Consejería de Educación no implementar medidas educativas que permitan construir escenarios de vuelta a los centros educativos “realmente inclusivos y con recursos suficientes para que ningún estudiante se quede atrás”.

Opina que la Administración debe realizar un esfuerzo para mitigar los efectos de la pandemia sobre la educación y “poner la salud de las personas por encima de cualquier consideración”. Por ello, “se hace imprescindible una bajada significativa del número de alumnos en las aulas de la Comunidad y un incremento en el número de docentes”. “Una educación de calidad se consigue con profesorado motivado y que puede dedicar toda su atención a un número adecuado de alumnos cada vez más diverso”, concluyó.

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