DA Es muy pequeñito pero, como diríamos en lenguaje coloquial, matón. El parasitoide ‘Torymus Sinesis’ es la única opción que a día de hoy tienen los castaños para salvarse de la temida avispilla que todavía no ha llegado a España pero que los expertos aseguran que llegará y que en países cercanos, como Italia, causó verdaderos estragos, reduciendo de manera importante su producción.
En la primera jornada de la Feria Biocastaneda, dedicada a la lucha contra esta plaga, con la participación de expertos de diversos países, el investigador japonés Seiichi Moriya, que ha trabajado para la liberación del parasitoide ‘Torymus Sinensis’ en Japón durante los últimos treinta años, recalcó que el control biológico es la única manera de combatir al ‘Drycosmus’, conocido como “avispilla del castaño”. “Por medios químicos es muy dificil controlarla”, apostilló.
Así, reconoció que este insecto puede tener un impacto muy grande en España pero que está demostrado que el parasitoide puede limitar y minimizar ese impacto. “Si comparamos el efecto negativo del uso del ‘Torymus’ con el impacto de la invasión de ‘Dryocosmus’ los beneficios son mucho mayores”, aseguró Moriya, que recomendó a las autoridades españolas el uso del parásito “lo máximo posible y cuanto antes”.
En esta línea, advirtió que es una lucha a largo plazo porque estos insectos “eclosionan” una vez al año y hay que esperar tres para ver el efecto del tratamiento y cinco para tener un resultado definitivo. En esa misma línea se expresó la investigadora italiana, Ambra Quacchia, que recordó el problema de la ‘avispilla’ en Italia comenzó hace diez años y que al principio fue “un insecto realmente peligroso” para estos árboles.
En Italia empezaron con el uso del ‘Torymus’, que es el enemigo natural de la ‘avispilla’. “Lo utilizamos muy rápidamente y los primeros resultados, en cuanto a una reducción del daño en esos árboles a causa de la avispilla los vimos a los seis u ocho años”, apuntó Quacchia, que también señaló que el “tratamiento” no es caro.
La experta mantuvo que “es seguro” que la plaga “acabará colonizando España” como ha ocurrido en la península italiana, donde ha afectado a todo el territorio. Así, puntualizó que las baja cosecha de castañas de este año, especialmente en la región del Piamonte que fue donde primero se introdujo el ‘Torymus’, se debe a condiciones climatológicas adversas y no a los daños de la ‘avispilla’. También puntualizó que no puede aplicarse el tratamiento antes de la presencia del insecto porque el ‘Torymus’ es un parásito específico para combatir la ‘avispilla’ y se se introduce antes “simplemente se muere”.
En Italia, la introducción de este parásito tuvo lugar hacia el año 2000, y fue consecuencia de una importación por parte viveros italianos de especies de castaños no autóctonos, no se sabe muy bien de dónde. Estas variedades nuevas de castaños tenían la particularidad de crecer rápidamente y producir castañas de un calibre mucho mayor, incluso el doble de las autóctonas, pero que prácticamente no sabían a nada. El objetivo era obtener una mayor remuneración por el tamaño de la castaña (cuantas menos castañas se necesiten para completar un kilo, más se paga por las castañas) y la consecuencia ha sido la difusión de este terrible parásito. En los años sucesivos, el cinípido, en parte debido a la subestima de la gravedad del fenómeno, se ha difundido en toda Italia y está infestado toda la Europa occidental tras haber colonizado también Japón, Estados Unidos y Canadá , entre otros países