Sobre la prensa astorgana y Arsenio García

“Los que se pelean se desean” -decía mi abuela-, aunque esto sea considerado hoy todo lo contrario al paradigma de una relación sana.

Después del comunicado en el que se anunciaba que el alcalde no volvería a presentarse como candidato, desde Astorga Redacción aprovecharon para tratar de escarnecer de nuevo la figura de A. García.

A poquito que tiremos de hemeroteca, vemos que este es el sistema más rentable para atraer a los lectores que buscan morbo, de todos es sabido que vende más que la cartelera de eventos culturales. Por ello (o vaya uno a saber), no han dudado en reproducir conversaciones obtenidas del sumario judicial, presentándolas con unos titulares y contenidos descontextualizados, a las que atribuyen categoría de verdad condenatoria; obviando aquellas otras en las que Ángel Luis se quejaba amargamente de que Arsenio García le hacía presentarse, igual que al resto, a los concursos públicos que han sido supervisados por secretario e interventores del ayuntamiento.

Desconozco si esconder parte de la realidad, o tergiversarla con la intención de denigrar a una persona se encuentra tipificado como delito, pero este hecho es mucho más representativo de la catadura moral de sus responsables, que el contenido de cualquier conversación que no se lleva a la práctica.

Tienen unos meses más A. y E., así como sus colegas de ideología, para seguir con este simplificado modus vivendi, aunque les auguro un periodo de desconcierto cuando ya se vean huérfanos de su objeto de deseo.

No dudo, sin embargo, de que sabrán reinventarse: siempre habrá un concejal -o alcalde- de la derechona a quien endilgar los atributos de Lucifer, para retornar, como ángeles de la izquierda armados con un espada flamígera, para rescatarnos de los demonios como Arsenio García.

En esta labor de redención y salvamento ya van dejando pequeño al Faro Astorgano. Menos mal que ahí siguen haciendo periodismo del serio, con Ángel Luis de nuevo al frente.

Feliz San Valentín a los amantes.