Siesta

El  Psoe y Cuidadanos han llegado a un acuerdo y, parece ser, han firmado un documento donde se recogen sus intenciones.

Por lo que ha trascendido, no hay nada disparatado. Es más, es tan sensato todo lo que está recogido en el documento que será difícil que alguien esté en desacuerdo.

Estas frases, que bien podrían ser la cabecera de una noticia, coincidirán conmigo en que son una solemne gilipollez. Una valoración  propia de alguien que desconoce los intersticios de la política, porque, por ejemplo, ¿qué tontería es esa de bajar el IVA cultural al tipo mínimo?

¿En qué cabeza cabe que quieran reformar el impuesto de sociedades y suprimir una serie de beneficios fiscales para que las grandes empresas tributen más del 6%, que es lo que vienen pagando ahora?

¿A qué viene eso de suprimir los aforamientos para que los políticos puedan ser juzgados, en lo que toca a su vida privada, como cualquier otro ciudadano y no tenga que pedirse autorización a los respectivos parlamentos para poder iniciar el procedimiento y empapelar al golfo, al chorizo y al corrupto y, si procede, meterlo en el trullo.

¡Sólo les faltó poner que permanezcan en la cárcel hasta que devuelvan hasta el último céntimo que chorizaron! ¡Joder!

Creo que se les ha ido la olla cuando hablan de que los jueces no sean designados por los partidos políticos y se consiga una efectiva despolitización de la Justicia. ¿en que estarían pensando?

Nadie en su sano juicio puede proponer, y quedarse tan ancho, la supresión de las diputaciones provinciales. Como si tales administraciones fueran un nido de enchufismo donde tienen cobijo los hijos, sobrinos, parientes en general además de los clientes y amiguetes de los mandamases  de turno.

Y, qué les voy a contar de la limitación de dos mandatos para los Presidentes de Gobierno,  o que la sanidad pase a ser un derecho fundamental de los españoles…

Menos mal que todo fue un mal sueño.

Estoy observando que las comidas demasiado copiosas me producen, en la siesta, pesadillas de este tipo. Tendré que moderarme y, sobre todo, evitar el picante.

A ver si pasa pronto este mes y vamos a la investidura de ese personajillo que está empeñado en ser Presidente a cualquier precio.

Me mondo sólo con pensar en la hostia que se va a dar.

Voy a ver si consigo echar una cabezada tranquila.

Print Friendly, PDF & Email