-¿Cuál fue su primera reacción cuando supo del archivo de la causa?
– Después de tanto tiempo de espera (en España se es muy rápido para acusar, también para calumniar, pero no tanto para revelar la verdad y hacer justicia), más que alegría fue un sentimiento de que se nos devolvía algo que era nuestro y que se había intentado quitarnos, nuestro buen nombre. Era algo que ya, desde diciembre del 2018, con todas las prevenciones del mundo, sabíamos que iba a llegar aquí; desde el momento en el que el fiscal de León, tras revisar toda la documentación municipal de todos los contratos de obras y las famosas conversaciones telefónicas, se manifestó con lo que era evidente: que nada malo se había hecho, pasando a solicitar el archivo de la investigación, declarándonos, implícitamente, inocentes de todo cargo.
Por desgracia, la justicia española, tan garantista, por nuestra experiencia hemos visto que no lo es precisamente para garantizar los derechos de personas acusadas, infundadamente, de algún delito. A pesar de ello, la investigación no se cerró en enero del 2019 pues sufrimos una acusación política, particular, de Izquierda Unida de Astorga, cuyo portavoz y actual teniente de alcalde, intentó utilizar, con la ley en la mano, la justicia para sus fines políticos, manteniendo abierta sine díe la investigación, prolongando el proceso hasta agosto del 2021.
Lo que sentimos a finales de agosto de este año, fue tranquilidad; la limpieza de conciencia siempre la tuvimos desde aquel día del 5 de julio del 2018.
-¿Y la reacción general, qué ha percibido?
– Incluso, desde aquellos primeros días del verano del 2018, siempre percibimos el apoyo de los ciudadanos de Astorga, de nuestros vecinos; ello fue lo que nos ayudó, e impulsó, a seguir (además de nuestra propia conciencia de que nada malo se había hecho) y acabar la legislatura, no presentando la dimisión a pesar los ataques gratuitos e infames de los partidos políticos de la oposición en el Ayuntamiento de Astorga y de los medios de comunicación con intereses afines a esas, y a otras, siglas políticas… Esa conciencia de la injusticia que se cometía con nosotros nos ayudó a terminar la legislatura, sabiendo bien que al final, “la verdad saldría a relucir”; por desgracia, la justicia española es muy lenta. Lo digo con toda sinceridad, es una justicia donde es fácil verter acusaciones contra un ciudadano que tiene un cargo político (acusaciones que luego no son ciertas) para perjudicar tu imagen y tu nombre y luego es lenta para certificar la verdad. Se nos acusó de unos hechos que nunca habían existido, salvo en la mente calenturienta de algún empresario astorgano (además presidente del periódico escrito en la ciudad); fantasías que nos hicieron mucho daño, a la ciudad Astorga, al Ayuntamiento, y a ese mismo periódico; en fin…esta misma persona salió también de este proceso declarada inocente, y poco más hay que añadir a este tema. No vale la pena. El daño quedó hecho, no en nuestras conciencias, pues en ellas, como bien decían los clásicos españoles del Siglo de Oro, no manda ningún juez, ningún policía, ningún político y ningún periodista, en nuestra conciencia solo mandamos nosotros mismos y Dios; un Dios que como católico considero que todo lo ve, todo lo escucha, y de todo hará justicia, a su tiempo.
Al final quien más pagó esta situación fue Astorga y fueron sus vecinos que perdieron un excelente equipo de concejales y una buena gestión. Equipo que se quedó sin la oportunidad de una segunda legislatura. Hay que decir bien alto que ni mis concejales ni yo mismo entramos en política para tener un sueldo y para pedir excedencia en nuestro trabajo, como si ha hecho alguna persona del actual equipo municipal. Nosotros fuimos Alcalde, Tenientes de Alcalde y Concejales y seguíamos trabajando además en nuestras profesiones (con jornada reducida y media dedicación) y luego, 24 horas de dedicación a los vecinos de Astorga y a su Ayuntamiento.
-¿El Partido Popular, alguien se ha puesto en contacto con ustedes?
– Cuando tuvieron lugar aquellos hechos el PP “mantuvo” nuestro gobierno municipal y por ello le estoy agradecido; en cambio, del abandono y soledad en que nos dejó no puedo decir nada positivo; al final se demostró que nosotros teníamos razón y que muchas personas se equivocaban y, también, mintieron. Aunque en política la conciencia se va embotando espero que esas personas escuchen por las noches su conciencia, aunque sea solo un poco.
Por otra parte, hace unos días recibí una llamada telefónica del nuevo presidente provincial del Partido Popular para congratularse del archivo definitivo de la investigación, de la certificación de nuestra inocencia, darnos la enhorabuena y reconocer que, desde algunas instancias del partido, no se estuvo a la altura, ni con mi persona, ni con la de mis concejales. Esa breve declaración se agradece y honra a quien la hace en una conversación privada, aunque ello no repara el daño causado.
La historia reciente dice que mis concejales y yo, llevamos por primera vez a la victoria, en unas elecciones locales, al PP en Astorga en el verano del 2015. Hoy estamos fuera del Partido Popular, y fue decisión nuestra el irnos. Cuando se pierde la confianza mutua es la mejor decisión a tomar. Es evidente que nuestra confianza e imagen públicas han sido restablecidas, sin embargo, la confianza que yo pueda tener en determinadas personas o entidades políticas no.
-¿Y ahora qué?
– Ahora a seguir con la cabeza bien alta. Nosotros ya pasamos página de este tema hace muchos meses; ello no implica que olvidemos lo que sucedió y a quienes ejecutaron aquel desatino; tampoco nos quita el sueño; la vida, como bien dijo Alfonso Guerra, aunque pasa rápida, es larga y solo hay que esperar.
En mi caso la política ha sido una etapa pasada de mi vida profesional y pública al servicio de Astorga. Esta etapa reciente fue la culminación, desde 1999, de 12 años de concejal en la oposición (siempre colaborando y respetando la figura y las personas del equipo de gobierno municipal gobernante de izquierdas – lo que ellos no hicieron ni conmigo, ni con mis concejales cuando les tocó estar en la oposición -) hasta llegar a la Alcaldía por la confianza de mis vecinos, por los méritos de mis Concejales y por los míos propios en junio del 2015. Fui Alcalde en una legislatura emocionante y de muy intenso trabajo por la ciudad de Astorga: cinco Presupuestos municipales en cuatro años, el Plan General de Ordenación Urbana con nuevo y mayor suelo industrial y para viviendas unifamiliares, la recuperación de la Muralla, la Digitalización administrativa del Ayuntamiento, Obras por toda la ciudad, la atención a las pedanías, sacar a Astorga de ese pequeño olvido de provincias organizando actos institucionales y de carácter internacional con cuatro embajadas, un acuerdo comercial con la Federación de Rusia… con pocos y limitados medios fuimos capaces de pensar y actuar a lo grande, modernizando el Ayuntamiento, creando un Gabinete de Alcaldía y un equipo de Comunicación para proyectar y “vender” todo lo bueno y positivo de Astorga a nivel internacional y nacional…el Congreso internacional de Gaudí, la gran recreación napoleónica de 3 Naciones en el 2018, embajadores y autoridades diplomáticas de Rusia, Estados Unidos, Irlanda y Argentina en Astorga como primer paso a la apertura de relaciones de colaboración de todo tipo beneficiosas para Astorga, y todo ello sin dejar de atender diariamente a los vecinos de Astorga por el Alcalde y Todos sus Concejales de Gobierno; solo había que visitar los despachos del equipo de gobierno municipal durante aquellos meses del 2015 al 2019 para percibir lo que se estaba trabajando por los astorganos. Se puede comparar con lo que sucede hoy.
Todo eso pasó. Yo he recuperado al 100% mi vida como Profesor (profesión que nunca abandoné pidiendo excedencia) y como Historiador también en el FEHME y la ANE; recientemente fui nombrado también, a propuesta de la Inspección Educativa, Coordinador Provincial de Enseñanza Secundaria para las pruebas de la EBAU en el Area de Geografía, con todos los Institutos de la Provincia; trabajo no me falta.
Mirando hacia atrás le digo que he dado gustoso esos doce años de Concejal y los cuatro de Alcalde a mi Ciudad y a mis Vecinos; en estos momentos, mi futuro no se nomina con el sustantivo de la política.
-¿En todos los casos o en el suyo sólo?
-Yo hablo por mí. Considero muy válidos al que fue mi teniente de alcalde, a Manuel Ortiz y a Javier Guzmán (un recuerdo agradecido también a Pablo Peyuca por su trabajo y lealtad). Los considero muy necesarios para el Partido Popular de Astorga y así se lo transmití al presidente provincial en la conversación que mencioné antes; y él recogió el guante. En mi caso yo entré en 1999 como independiente con la candidatura de Manuel Ortiz, me afilié al PP en el año 2004 tras los atentados de Madrid, y en el 2018 volví a ser un corporativo municipal independiente, posición que le confieso va más con mi manera de ser y de entender España y su sociedad.
Para volver a la política tantas personas, e instituciones, tendrían que pedirnos disculpas por tantas mentiras… disculpas que tengo muy claro nunca llegarán. Fuimos Magistrados municipales elegidos por el pueblo, representantes del poder ejecutivo municipal (que es uno de los pilares de la democracia en una nación) detenidos y tratados como vulgares delincuentes… llegas a la conclusión de que la política no merece la pena en esta España en la que vivimos y queremos.
Considero que puedo servir a mi país mejor como profesor y como historiador que como político. Se trabajó mucho y eso quedó ahí sembrado, por desgracia no ha tenido continuidad en la legislatura actual. ¿Qué si pude presentarme a la Alcaldía otra vez en el 2019 como independiente? Sí, pero decidí que el buen nombre y la dignidad de una persona están por encima de cualquier Magistratura municipal y de cualquier Ciudad; por ello mis compañeros y yo decidimos hacernos a un lado y esperar a que la justicia declarara la inocencia de nuestros nombres, lo que se logró tres años y medio después.
-Juan José Alonso Perandones, después de una etapa histórica de casi 20 años y con un ciclo que parecía concluído ha vuelto en una segunda ocasión ante las necesidades de su partido, el PSOE. Y gracias a esa también histórica papeleta no válida es de nuevo alcalde, ¿cómo ve a Juanjo en su nueva etapa al mando del Ayuntamiento de Astorga?
– Un Alcalde no habla públicamente de otro Alcalde. Le deseo mejores compañías políticas de las que ahora tiene y mucha suerte, porque en ella va el destino de la ciudad a la que hemos servido y de todos los que la habitan.
-Ustedes también tenían un gran proyecto de Astorga que se ha visto truncado doblemente, primero con su no presentación y segundo con la mala suerte electoral. ¿No hay una petición de regreso, de alguien que retome esos planes o incluso que aglutine de nuevo a todo el centroderecha astorgano?
-Como me dijo un veterano alcalde gallego: en una legislatura en política no da tiempo a realizar grandes proyectos porque los trámites en la Administración pública son muy lentos. Nosotros, aún así, en cuatro años hicimos muchas cosas y dejamos en marcha una considerable cantidad de proyectos para esa segunda legislatura; incluso muchas obras contratadas que en esta legislatura del actual equipo han quedado, la inmensa mayoría, truncadas por ser desechadas: como el nuevo colector del Parque del Melgar, el helipuerto del Centro de Salud, el proyecto de vigilancia por cámaras del tráfico en la ciudad con los permisos ya conseguidos, el proyecto del ascensor de San Andrés pedido por los vecinos…. desde luego es prerrogativa del nuevo equipo de gobierno municipal continuar o no con las obras proyectadas; yo di continuidad a varias políticas socialistas, que no nuestras, que eran buenas para la ciudad. Lamento que eso no haya tenido ese reflejo en la actual Corporación municipal.
Y si. Muchos ciudadanos te paran, te animan y piden la vuelta, como si fuera, también, el regresar al Ayuntamiento, una manera de acabar de dejar limpio tu nombre por todo el daño que algunos (desde el estado, la política y los medios de comunicación) causaron, pero tengo muy claro que no necesito ser Alcalde para limpiar mi nombre. Nuca nadie pudo mancharlo.
Por otra parte, hay que respetar al actual Portavoz del Partido Popular, José Luis Nieto, y a todo su equipo, que están haciendo su labor en la oposición; igualmente lo que el Partido Popular disponga y quiera, ya no es de mi incumbencia.
-¿Dejamos entonces la puerta entreabierta para el futuro?
-(Sonrisa) es una pregunta que hoy no tiene contestación. Mientras en España la política sea como ir a la guerra y todos los que estén en política local se hallen desprotegidos por las leyes, dado que cualquier persona pueda acusarte sin fundamento o mentir sobre tu conducta y ello te lleve a estar tres años y medios en un proceso judicial, basado, en palabras de la señora jueza en “hechos segados, en errores manifiestos de la investigación policial” y, añado, yo, en mentiras, y sin consecuencias para nadie, no me interesa la política. Ya he manifestado que ningún Estado, ningún País, ninguna Ciudad, ningún Ayuntamiento, ni un Sistema Judicial deberían de estar por encima del buen nombre de uno sólo de los ciudadanos de España. La Ley siempre descubre la verdad, pero también es ciega y lenta para discernir la verdad. No vale la pena. Las heridas dejan cicatrices. Precisamente mi formación como historiador hace que no olvide lo sucedido.
-¿Resentimiento en sus palabras?
-No. Si lo hubiera mis compañeros y yo hubiésemos adoptado otra postura. Lo que hay en mis palabras es mi Verdad. Y la verdad de los hechos es que muchas personas (con nombres y apellidos) utilizaron esas acusaciones, esa situación infundada, para atacarnos y hacer daño y mentir. Desde luego para que haya perdón tiene que haber una reparación que tengo muy claro no tendrá lugar..
-¿Cree usted que va a celebrarse un Pleno sobre los hechos, como lo hubo acusatoriamente; o algún tipo de reconocimiento oficial a nivel municipal?
-Ni lo espero, ni lo he pedido. En la conciencia de los actuales corporativos municipales está ese tema. La política es como es. Si viene, bienvenido sea, y si no viene, como tampoco lo esperamos, no habrá ninguna decepción.
-Usted se ha referido en reiteradas ocasiones al papel de determinados medios de comunicación jugaron en los hechos, en su rueda de prensa hace unas semanas hablaron de que pedirán el famoso “derecho al olvido”. Ese tema ¿cómo está?
– Está en manos de nuestros abogados. Ya hemos dicho que la justicia es lenta, pero también es inexorable, y a esas personas y medios les llegará la comunicación de nuestros abogados. Hemos empezado con la tramitación del archivo policial realizado durante aquellos días; el siguiente paso será sobre algunos medios (entre ellos varios digitales) a los que se les pedirá derecho al olvido de algunas noticias y textos con titulares profundamente ofensivos para nuestros nombres, basados en conjeturas y presuntos delitos que se han demostrado falsos, como también que las personas que hicieron aquellos juicios de valor (con nombres y apellidos) se ha evidenciado que mintieron. Esperemos, dado que la ley nos ampara, que todas esas noticias sean literalmente borradas; si se hace por las buenas, bien, y si no, utilizaremos la ley y los tribunales para defendernos de algún profesional de la comunicación y de algún medio que utilizó mal la libertad de expresión para poder mentir y calumniar.
-¿Como adivina el futuro de Astorga en general y del PP de Astorga en particular, sin usted?
-Lo veo desde la lejanía. La Ciudad de Astorga necesita un Partido Popular centrado e integrador, que destierre los malos hábitos de la política que les llevó durante muchos años a nunca conseguir la victoria en las elecciones locales, cuando sí la conseguía, de manera amplia, en elecciones regionales o nacionales. Eso es un hecho.
Le deseo lo mejor a este Partido político y a las personas que lo conforman. Pido que sean capaces de dar continuidad a lo que nosotros (los hombres y mujeres que formaron mi equipo) pudimos lograr, prosiguiendo por esa misma senda, por el bien de los astorganos y de la Ciudad.
-¿Desea manifestar algo más, Arsenio?
-Dar las gracias a todos los que nos apoyaron en los momentos malos; y sobre todo a aquellos que dieron la cara públicamente por nosotros, fueron muy pocas personas, pero las hubo; gracias a los más humildes vecinos de la ciudad de Astorga (que muchas veces son los mejores ciudadanos) y a todas las personas que confiaron en nosotros.
Como decían los antiguos: “Nos conocerán por nuestros hechos”. Los hechos y la verdad están ahí. Desde el primer día hemos caminado con la cabeza alta, y a partir de ahora seguiremos de igual manera, pero con nuestra vida privada.
Hace años me contó un historiador irlandés que en Irlanda para ser alguien importante tenías que pasar por comisaría, por el juzgado o por el patíbulo; al parecer en España vamos por el mismo camino, si destacas en algo tus enemigos actúan para darte esa distinción a la “irlandesa”; así me la tomo, como una distinción cívica.
Damos, por último, las gracias a la Señora Jueza que hizo su trabajo y, aunque tarde, nos hizo justicia.
A todas las buenas personas, gracias. Y a las que no lo fueron con nosotros, vuelvo a citar a don Alfonso Guerra… la vida aunque pasa rápida, es muy larga.
Estas palabras como su actuación pública le honran y honran a cuantos nos sentimos astorganos.
Siempre ha demostrado que es un SEÑOR. Es una pena que personas tan valiosas estén fuera de la política. Ha sido el mejor alcalde que ha tenido Astorga en su etapa democrática.