Cuando en un parlamento, sea cual sea su ámbito territorial, el flujo menstrual de las mujeres se convierte en asunto de primer orden social, es que la política se ha degradado hasta tal punto que es necesario un auténtico renacer de esta actividad. La política. Ese contenedor de oradores donde no se pide ningún tipo de especialización y se convierte en profesión “arrojadiza”, para plantear asuntos de toda naturaleza. No podíamos resistirnos al comentario de semejante ocurrencia que ha tenido esa agrupación etiquetada como los antisistema, aunque las etiquetas duraderas son las que se pone uno mismo, con sus actuaciones, no hace falta ayuda de nadie. Como las mujeres tampoco se la han pedido, la ayuda digo, para saber qué deben ponerse o quitarse, meterse o sacarse cuando les venga en gana.
Una moción en un pleno municipal para proponer medidas alternativas a las compresas y tampones, para que sean más ecológicas, seguramente no es debate ni asunto de primer orden municipal. Es como querer encontrar una respuesta al sexo de los ángeles, que esos sí que viven bien, ajenos a lo que es la regla, de la que hoy nos obligan a hablar en este sangrante artículo. Sangrante no por el hecho en sí, que por mucho que queramos esmerarnos va a resultar algo grimoso en la lectura, si no porque acciones como ésta demuestran que una parte de la sociedad, ha perdido el primero de los cuatro puntos cardinales. Pero no dejemos que nos confundan y que nos conviertan en chirigota nacional. La moción de la CUP, se ha querido envolver después de la polémica surgida, en bondadoso papel informativo. Es decir justifican la moción que han presentado al pleno del ayuntamiento, la moción de las compresas en la necesidad de formar e informar a las mujeres sobre qué artilugios son más adecuados, para recoger cada 28 días, esa exclusividad interna que la madre naturaleza puso en el sexo femenino.
El desafío de la mujer del siglo XXI, no está en su sangrado mensual, está en cosas mucho más interesantes que tienen que ver por ejemplo con la igualdad salarial al desempeñar los mismos trabajos que un hombre, en la necesidad de ayuda si trabaja dentro y fuera del hogar y tiene hijos o personas dependientes a su cargo, en la erradicación de la violencia de género, los abusos, las trabas en algunos deportes. Desactivar en definitiva, los estereotipos de género ligados a la mujer … en fin en esa larga y conocida lista de reivindicaciones cuya mecha encendieron las primeras sufragistas, que sangraron tan libremente como las de ahora.
Cuando algo se saca de su orden natural, corre el riesgo de ridiculizarse hasta el punto que lo ha hecho esta moción “política”. Exactamente lo mismo que pretender abrir un debate en un pleno municipal, sobre el sexo de los ángeles, que no las tengo yo todas conmigo…Se imaginan ustedes a los siete partidos con representación en el Ayuntamiento de Ponferrada, defendiendo una moción en ese sentido… el sexo de los ángeles, ya es lo que faltaba a las interminables sesiones plenarias.
Lo que verdaderamente importa a los ciudadanos es el día a día, y en Ponferrada estamos ya muy impacientes por ver algún tipo de actividad, algún trabajo por pequeño que sea, que de prueba de la existencia de un presupuesto municipal aprobado en pleno hace varias semanas y que espera sus primeras actuaciones, en calles intransitables llenas de baches, aceras con baldosines levantados, farolas fundidas, mucho que hacer en barrios y pedanías… lo demás es perder el tiempo discutiendo sobre asunto carentes de cualquier interés real. El sexo de los ángeles o las compresas de la CUP.