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La madrugada del domingo, entre las 5:00 horas y las 7:00 horas, se registraron un total de seis robos en negocios de las calles Prieto de Castro y Gabriel Franco. El modus operandi ha sido el mismo en todos los casos: los ladrones han reventado las cerraduras de los negocios y han irrumpido en su interior haciendo robos rápidos.
Se cree que estos ‘cacos’ pueden ser los mismos que ya han actuado otras dos ocasiones anteriores en la ciudad de La Bañeza. La hipótesis se sustenta en la repetición exacta del modus operandi.
Como ha podido saber DIARIO DE ASTORGA, varios vecinos vieron en la madrugada del domingo a un grupo de tres varones portando dos paraguas en actitud sospechosa cerca de las 06:00 horas. Más tarde se ha sabido, gracias a las cámaras de uno de los establecimientos, que los sospechosos habían robado los paraguas de una peluquería para ocultarse de las cámaras en los siguientes negocios a “visitar”.
Los amigos de lo ajeno seleccionaron sus objetivos fijándose en el tipo de bombín que protegía los negocios. Aquellos de seguridad, con la cerradura hundida o al mismo nivel, fueron descartados por el retraso que podía provocar en sus planes. Los bombines que sobresalían del marco de la cerradura fueron los forzados.
Los establecimientos afectados en Astorga han sido dos tiendas de ropa, dos peluquerías, una tienda de audición y una jamonería. Sin embargo, una tienda de alimentación y una carnicería fueron ‘rechazados’ tras los primeros tanteos a sus cerraduras.
La Policía Nacional ha comenzado la investigación para localizar a los artífices de los seis robos. Tan solo uno de los negocios forzados poseía cámara de videovigilancia, la jamonería, gracias a la que se tienen las pistas más firmes para continuar con las pesquisas. El DIARIO DE ASTORGA ha podido averiguar que en las imágenes capturadas se distingue a tres hombres, uno de ellos de gran constitución, y se sospecha que pudieran ser latinos por el color y rasgos de la tez, pero este es un detalle que habrá de ser confirmado por la Policía.
Varios establecimientos poseían seguro y se espera que sean compensados por la totalidad de objetos y material substraído. En el caso de una de las peluquerías, los ‘cacos’ se llevaron además del dinero planchas profesionales de pelo y colonias de marca. Al menos uno de los comercios no tenía seguro de robos.
Sopesa en el ambiente una sensación de impotencia por parte de los comerciantes, más que el lamento por las pérdidas pues según han trasmitido varios de ellos, la cuantificación de daños ha sido asumible. Los ladrones no rompieron inmobiliario en la mayoría de los casos, si no que se limitaron a registrar solo cajones y armarios, sin tocar estanterías o el equipamiento de los negocios.
