Se consagra el cisma en el PSOE de Astorga

Los intentos de que la actual alcaldesa, Victorina Alonso, no repita de cabeza de lista se recrudecen por parte de los históricos del partido socialista
Juanjo Perandones y Victorina Alonso.

Alejandro J. García Nistal Lo que era algo conocido dentro de los círculos habituales de los que pisan el Ayuntamiento o pertenecen al Partido Socialista en Astorga ha salido finalmente a la luz y trascendido a la prensa regional. El Mundo de Castilla y León publica hoy en rigurosa exclusiva la filtración de una reunión en el centro hostelero del Paso Honroso de Hospital de Órbigo entre el secretario provincial, Tino Rodríguez y una delegación de tres históricos nombres del socialismo astorgano, a saber, Juan José Alonso Perandones, Angélica Rubio y Juan Simón. El tema único del encuentro era la retirada de la candidatura de Victorina Alonso o el riesgo de enfrentarse a una lista alternativa. Todo un órdago que, al parecer, ha resistido impasible el joven líder provincial. “Si queréis otra lista, reunir el porcentaje necesario para ello”, les espetó el de Babia.

Crisis soterrada

Victorina Alonso era la designada por el propio Perandones para sucederle al frente del Ayuntamiento de Astorga. Círculos íntimos del exalcalde comentan que “Juanjo se lamenta, porque tenía que haber sido Juan. Pero Victorina reunía un perfil más fuerte desde el punto de vista electoral, sin embargo no ha sido fiel”. De hecho, Juan Simón en la victoria, prácticamente un empate técnico, con el PP, fue nombrado teniente de alcalde. Siendo en la práctica durante los primeros años “quien sacaba el día a día del Ayuntamiento, recibiendo a cambio el desprecio y condenado al ostracismo en los últimos tiempos por parte de la alcaldesa”, manifiestan las mismas fuentes del PSOE. La lista de desencuentros se alarga a la par que la conversación telefónica que mantenemos.

Desde hace menos de un año el Equipo de Gobierno está partido en dos. La concejala de Medio Ambiente en una Comisión ya dejó entrever su total disfunción con lo que emanaba de la Alcaldía. Algo que en prensa no transcendió pero que se sabía. Lo mismo que la ruptura, casi hasta de relación personal y laboral entre la alcaldesa y el teniente de alcalde.

Y mientras Victorina Alonso ha encontrado en la concejala de Cultura, Mercedes Rojo, su principal apoyo, Juan Simón reforzó su alianza y relación con su mentor, Perandones, quien no estaba de acuerdo en numerosas decisiones que se tomaron en toda la legislatura y que se ha decidido pasar a la acción. “Primero nos han presionado para que fuera propuesto cronista oficial de la ciudad. Ha utilizado a la prensa local. A toda. También a vosotros. A asociaciones culturales y de vecinos…Pero le hemos dicho que es demasiado pronto y eso necesita que sea de consenso plenario. Algo que en esta legislatura es imposible. Bastante hemos tenido con mantener la Alcaldía y el gobierno de la ciudad en mayoría minoritaria”, nos explica una concejala socialista. En la la lista alternativa, un nombre de plena confianza y bien posicionado sale hasta por dos fuentes distintas, Miguel Pérez, gerente de imagen MAS y hombre que dirigía las campañas del exalcalde. Hombre de plena confianza de “Juanjo” y enfrentado con la alcaldesa desde el momento que “prescindimos de sus servicios tanto en la campaña de Victorina como en el Ayuntamiento, donde su empresa tenía trato VIP”.

“Geli” clave

Pero el pulso entre ambos entornos, exalcalde versus alcaldesa, cobró un nuevo giro cuando la secretaria local, Angélica Rubio, decantó su apoyo a la tesis de Perandones-Simón. “Con esta cabeza de lista no ganaremos y el partido está por encima de las personas”, explicó Geli Rubio a varios concejales recientemente.

Una vez proclamado Pablo Peyuca por el PAL, sabido oficialemente que Arsenio García será el cabeza de lista por el PP; se impone una declaración pública de apoyo y proclamación de Victorina Alonso, que estuvo a punto de acordarse fuera hoy durante el transcurso de una visita del secretario regional, Tudanca, al Museo del Chocolate de Astorga. En todo caso, parece que el cambio de etapa y de equilibrios de poder en el socialismo astorgano no se cerró como parecía en su día.

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