El sindicato de enfermería Satse ha reclamado al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social que todos los medicamentos peligrosos sean identificados como tales y que se ofrezca información también sobre las recomendaciones a tener en cuenta a la hora de manipularlos.
Satse ha enviado una carta al ministerio para trasladarle su preocupación porque las enfermeras y enfermeros tienen contacto directo con fármacos peligrosos dentro de su desempeño laboral diario y siguen sin contar, en muchos casos, con la identificación e información que evite que pongan en riesgo su salud a la hora de manipularlos (fragmentación de comprimidos, apertura de ampollas, extracción de viales…).
Este sindicato es partidario de incluir un símbolo o sigla en el envase exterior e interior, así como en el prospecto, que ayude a identificar este tipo de fármacos con facilidad y rapidez. De esta forma se facilitaría que las enfermeras y enfermeros cuenten con la información necesaria sin tener que recurrir a una base de datos específica, así como los pacientes, familiares o cuidadores que manipulan en sus domicilios estos fármacos de uso habitual.
Asimismo, propone que, además de esta identificación, se incluyan en la ficha técnica, etiquetado y prospecto de los medicamentos las recomendaciones de preparación y administración que aparecen en la base de datos publicada, y actualizada de manera permanente, por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST).
El sindicato resalta que “son muchos los riesgos derivados del manipulado de fármacos peligrosos por parte de las enfermeras y enfermeros, ya que son los que con más frecuencia manipulan los mismos. Riesgos que incluyen que estos profesionales puedan desarrollar algún tipo de cáncer o sufrir, en caso de embarazo, malformaciones fetales o abortos”.
Acabar con los riesgos derivados del manipulado de estos medicamentos es una prioridad para Satse, de ahí que haya pedido al Gobierno que apruebe al principio de esta legislatura una ley estatal que acabe con la actual situación en la que las diferentes administraciones públicas y empresas sanitarias privadas siguen sin desarrollar todas las actuaciones preventivas, formativas e informativas necesarias para evitar problemas de salud añadidos a profesionales y ciudadanos.