Santiago Segura es uno de los rostros más reconocibles de la pequeña y gran pantalla en España. Le hemos visto actuar en películas como Torrente, el brazo tonto de la ley, La niña de tus ojos, El gran Vázquez o El día de la bestia. Además, es un artista polifacético que estudio Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid. Este sábado recibió el Premio de Honor en el XX Certamen de Cortometrajes ‘Ciudad de Astorga’.
El actor y director madrileño llegó por la tarde a la Bimilenaria donde le recibieron decenas de astorganos y astorganas en la plaza Mayor, una experiencia que reconoció que sólo la había imaginado en sus sueños. Pudimos charlar con él un momento en un tono distendido.
– Antes que nada, felicitarle por el Premio de Honor del Festival de Cine de Astorga, ¿cómo ha recibido esta noticia?
Con alboroto y alrgabía.
– ¿Había oído hablar del Festival de Cine ‘Ciudad de Astorga? ¿Cómo es su relación con esta ciudad?
¿Quieres que diga la verdad? No, en mi vida. Mi relación con la ciudad había sido nula, nunca he rodado aquí. Por eso, por no tener relación con una ciudad y que la ciudad me dé el Premo de Honor, me hace mucha ilusión. Por ejemplo, en Carabanchel, que es mi barrio, sí que había un Festival de cortos, presenté todos mis trabajos y no me seleccionaron ni siquiera. En Alfaz del Pi tampoco me preseleccionaron ningún corto, jamás, y hace unos años me querían dar un premio a toda mi carrera. Tuve que decir que no, porque nunca me habían cogido un corto. Pero nunca he mandado mis cortos a Astorga, me quedé en Medina del Campo.
– Ha trabajado como actor, productor, guionista, director, doblador, dibujante… estraperlista, astronauta, mamporrero… ¿cuál es el rol con el que se siente más a gusto?
Mamporrero. No, en realidad gigoló, que no he trabajado pero me gustaría. Nunca es tarde. Cuando me jubile de esto, igual empiezo de gigoló. Seguro que no me como una rosca, ahora ya está Tinder, no se necesitan los servicios de nadie.
– Torrente es quizá uno de los personajes más famosos de la historia del cine español y, sin lugar a dudas, la saga más exitosa del séptimo arte en nuestro país, ¿podemos esperar una sexta entrega de la historia?
Por supuesto, están el Quijote y Torrente (risas). La verdad he tenido la suerte de que, de alguna forma, trascienda, y que se utilice mucho. Un Torrente ya sabemos lo que es, en la política y en otros campos hay muchos.
– ¿Cómo se consigue un éxito así, cinco veces seguidas?
¿Seguidas? El año que viene se cumple 20 años de la primera. Me ha gustado espaciar. La gente me pregunta, ¿no se cansa usted de Torrente?, sinceramente, calcule que es una hora y media cada tres años, pues no mucho. Me cansaría mucho más hacer una serie de nueve temporadas en las que hago de camarero gracioso, ¿no? Además, he tenido la suerte de haber podido hacer muchas otras cosas en el tiempo transcurrido entre un Torrente y otro. Entre Torrente 3 y Torrente 4 pasaron seis años, estuve hasta un año cantando en Gran Vía, con José Mota en el musical Los Productores, me sentía que estaba en Broadway.
– Hábleme de su experiencia en el musical.
Fue muy cansina porque es repetir todos los días lo mismo. Cantar y bailar para una persona ya adulta como yo, pues doloroso. Pero muy gratificante. Debo reconocer que la empresa Stage hizo una producción que no tenía nada que envidiar a Broadway. Vino al estreno Mel Brooks, una cosa muy bonita. Es una de esas cosas que sueñas de niño y las logras vivir. Como lo de hoy, que me reciba el alcalde, llegar en un coche antiguo. Son cosas que sueñas de niño, “cuando sea famoso me va a pasar esto”. Un poco a los Bienvenido Mr. Marshall.
– ¿Su trabajo como director le ha abierto las puertas a nuevas direcciones en su carrera?
Esta pregunta me es muy complicada (risas). Mi trabajo como director me ha abierto camino como actor protagónico. Porque si no me hubiera cogido a mí mismo como actor protagónico, nadie lo hubiera hecho. Por lo demás no, como director he hecho cosas, he hecho algún encargo, cosas que no me interesaban a priori, pero que me parecían un reto a nivel de director.
– ¿Con qué personaje, de todos los que ha interpretado, se siente más identificado?
Aunque suene algo raro, intento poner siempre algo de mí en todos los personajes, que es lo que hacen todos los actores en el fondo. Buscar alguna zona en común, para dar verdad al personaje. Es difícil encontrar algo con lo que parecerse a Torrente, pero si se busca se puede. Como el propio Isi, de Isi/Disi o José María, de El día de la bestia. Incluso cuando hago de Castillo en La niña de tus ojos, un homosexual con mucha pluma, busco cosas, pienso en mi sensibilidad, que me gusta el arte, te metes en el personaje intentando creértelo.
El personaje con el que más me he identificado, pero no por la personalidad, sino por la actividad, podría decir que Gran Vázquez, que era dibujante. Un tipo muy bromista, caradura, con mucho carisma. Siempre me gustó haber sido alguien así, tenía una moral dudosa, pero era un personaje que me gustó interpretar. Al tiempo que digo esto, me doy cuenta de lo poco que me parezco yo a mis personajes. Siempre hago de tíos raros, y yo soy como muy normal.
– ¿Por qué ese tipo de papeles, entonces?
Porque son los que disfruta uno realmente. La gente que hace de “persona normal”, eso sí que me parece un esfuerzo descomunal. En la última película, Casi leyendas, que interpreto a una persona con síndrome de Asperger, me lo pasé genial. Estás too el rato pensando, “tengo que convencer a todo el público que soy un guitarrista con Asperger y soy así de especial”. Cuando sale la gente del cine y te dicen, padres y madres de chicos con Asperger, que les he retratado la situación, me emociona haber mostrado en hora y media que yo era otro.
– ¿Cómo se documentó para el personaje de Axel en Casi leyendas?
Lo de docuementarse suena a actor americano, de actor del “método”. Simplemente leí un poco sobre el síndrome, pero es muy complicado su diagnóstico, porque cada uno tiene unos síntomas. Personas con Asperger tienen una inteligencia normal y pueden llevar una vida normal. Leí que en Argentina habían echado de un colegio a un niño con Asperger y las madres estaban contentas, me parece que estamos en guerra con todo lo diferente a nosotros.
– ¿En qué momento se encuentra el cine y el mundo de los cortometrajes en España?
Mi gran ilusión en la vida ha sido trabajar con mis ídolos, he trabajado con Alfredo Landa, con José Luis López Vázquez, con Concha Velasco, con Tony Leblanc. He sido muy afortunado por haber trabajado con la gente que admiraba de niño. Encontré una revista de modas que ya no existe, y en la portada Concha Velázquez y José Luis López Vázquez, la guardé para que la firmasen. Un día se me ocurrió leer la entrevista. Era del año 74 y hablaban de la crisis del cine español, de lo difícil que era levantar una película, de lo difícil que era mantener la atención del público. Por eso le saqué una foto para colgarla en Twitter, porque es extrapolable a la situación actual. El cine español languidece, pero luego remonta. Sinceramente, agradecería un gobierno más a favor de la cultura en general y de la cultura en particular.
No hay documental o película histórica que pueda emular los escenarios de por ejemplo la película Las chicas de la Cruz Roja. Hace poco conseguí el Blu-Ray de esta película y fue una inmersión en los años e0. Porque es gente de la época hablando como gente de la época, es acojonante socioculturalmente el valor que tiene el cine. Claro, también comercialmente, ya que el cine en Estados Unidos es una industria superior a la del motor. En España también podría ser así, fuera se nos conoce por el cine, gente como Almodóvar, Penélope Cruz, Javier Bardem o Antonio Banderas hacen mucho por el cine español. Valoramos mucho menos el cine español en España que fuera. Ya no hablo del IVA, sino buscar una ley justa para el cine, como en Francia, que el cine se autofinancia de las entradas.
– ¿Queda algún director y/o actor con el que le gustaría trabajar?
Esta es la famosa pregunta que nunca respondo, porque voy a decir uno y otros pueden reaccionar mal. Quiero trabajar con cualquiera que quiera trabajar conmigo. No hay ningún director que no me guste, todos tienen películas buenas. Todos hacen lo mismo, que es intentar hacer una película para que guste a la gente, y cuando encuentra su público, independientemente del público que sea, a mí me hace feliz. Lo triste es cuando una película no encuentra a nadie, pero nadie lo hace a posta.
Qué grande santiago segura. Genial como actor y director. Que desde su posición cómoda de fama y reconocimiento haya venido a un lugar pequeño y olvidado de la mano de dios dice mucho en su favor también como persona. Él si que ha sabido entender la esencia del cine “”intentar hacer una película para que guste a la gente”” No como algún que otro divo del cine, que en su aureola de misticismo ha llegado a aseverar que para él el público no es nada, que solo hace cine de cara al arte y a la historia que son los que juzgaran su trabajo. Santiago segura, un grande con mayúsculas.