Cada cuatro de diciembre se sigue celebrando la fiesta de Santa Bárbara, independientemente del funcionamiento de la minería, o del “sector minero”, como dicen algunos. Aunque se acabara la minería y los mineros, se supone que siempre habrá tormentas y aunque sólo fuera como abogada contra rayos y truenos, necesitaremos seguir invocándola.
Es triste decir que cuando se habla de la minería en nuestra zona más de uno se preguntará: Pero ¿es que aún quedan mineros? Los que conocimos en Fabero su época de esplendor vemos con desolación cómo desapareció por completo. Antracitas, Combustibles, Marrón, Negrín, La Pozaca, La Jarrina, Goya… son ya historia pasada. Cientos, por no decir miles, de mineros llenaban las calles de la villa, además de los que trabajaban en el otro valle Santa Cruz, Peñarrosa, Gaiztarro, Escandal, Caleyo, La Cazadora, Victoriano González…
Ha sido muy caro el tributo pagado en vidas humanas, pero miles de familias pudieron salir adelante gracias a la inmensa riqueza del subsuelo. Sin embargo, cabría pensar en su día que el mayor enemigo de la actividad minera sería el agotamiento de las reservas de carbón. Pero allí siguen enterrados millones de toneladas de este oro negro, tal vez por toda la eternidad.
En aquellos tiempos, a pesar de que las carreteras no eran muy venas, salían camiones con toneladas y toneladas de carbón, camino de las térmicas o de otros mercados. Ahora, por el contrario, vemos cómo tiene lugar el viaje inverso. Cuando hace algunos años se hizo la carretera que une la A-6 a la altura de Manzanal con la comarca de La Cepeda para enlazar después con la autovía de Asturias, a la altura de La Magdalena los oriundos de esa zona estábamos admirados por la obra. Pero seríamos demasiado ingenuos si pensábamos que era para favorecer a los cepedanos, aunque salgamos muy favorecidos.
Un día sí y otro también están pasando por ella camiones sin parar, trayendo el carbón que llega a Asturias desede no se sabe dónde. Los que la hicieron sabían muy bien qué finalidad tenía. Con tanto carbón de importación están de sobra nuestras minas. Mientras la minería del Bierzo se ha venido desmantelando siempre se ha dicho que se estaba haciendo mucho por ella. Y aún hay quien sigue haciendo promesas… No sé si habrá alguno que las crea.
A pesar de todo, se sigue celebrando Santa Bárbara. Es normal, pues ella no tiene la culpa.