CASTILLA Y LÉON

Sanidad espera un ‘pico’ de ingresos por altas temperaturas que llevaron al hospital a 84 personas el verano anterior

El golpe de calor es el diagnóstico más frecuente en la Comunidad, en un 68,7% de las consultas médicas
Asistencias sanitarias por el calor. / ICAL

La Consejería de Sanidad espera un ‘pico’ de ingresos por las altas temperaturas estos días puesto que la primera veintena de julio es el periodo en el que tradicionalmente se registra un mayor número de visitas al médico en Castilla y León. Por ello, pide a la población que extreme la precaución en un fin de semana en los que los termómetros rondan los 40 grados. De hecho, el pasado verano 380 personas tuvieron que recibir asistencia sanitaria y 84 tuvieron que ir al hospital, aunque no se registró ningún fallecimiento.

Asimismo, el departamento de Antonio María Sáez Aguado vigila las consecuencias del calor en la Comunidad a través de un sistema que recopila información y que estará activo, al menos, hasta el 15 de septiembre. Además, la Junta cuenta con la ‘Guía de respuesta ante el riesgo de olas de calor’, que se elaboró después de que en el verano del año 2003 las altas temperaturas dejaran en España un buen número de problemas de salud, así como un aumento de la mortalidad esperada.

En la Comunidad, el diagnóstico más frecuente, en un 68,7 por ciento de las consultas, fue el golpe de calor. En total, las asistencias sanitarias derivadas de las altas temperaturas el pasado verano fueron 392, de las que más de la mitad, 230, se registraron en el mes de julio y, con mucha incidencia, en la primera quincena, donde se alcanzaron las 109. En agosto fueron 46, en el mes de junio 113 y en septiembre tres. Por provincias, León se situó a la cabeza con 81 consultas, seguida de Valladolid con 78; Burgos, 56; Salamanca, con 39; Segovia, con 33; Palencia y Zamora, con 29; Ávila, con 26 y Soria, en último lugar, con 21.

Un tercio de los pacientes sufría una patología previa -139 casos-, siendo la más frecuente la enfermedad cardiovascular (49 casos), seguida de la enfermedad endocrino-metabólica (39 casos) y la enfermedad mental (35). Además, se declaró específicamente la ausencia de patología previa en 156 casos (34,4 por ciento).

El 67,6 por ciento de los atendidos fueron hombres (257 casos), con una media de edad de 47,3 años, mientras que en las mujeres atendidas la edad media fue de 46,9. Además, el 59,7 por ciento de los pacientes eran adultos y algo más de una cuarta parte mayores de 65 años, mientras el 11,8 por ciento eran menores de 14 años.

Respecto a las características de los 84 pacientes ingresados, el 63,1 por ciento eran varones y la media de edad se situó en los 54,9 años. Además, se notificó la presencia de enfermedades previas en el 34,5 por ciento de los casos ingresados (29 pacientes), destacando también las enfermedades cardiovasculares y las mentales (75,9 por ciento). En más de un 30 por ciento de los ingresados no existían patologías previas y en la mitad de los casos ingresados había una causa favorecedora, predominando la exposición a altas temperaturas (28 pacientes) y la actividad deportiva (14).

Sólo siete pacientes de los 221 asistidos en Atención Primaria fueron derivados a un hospital (3,2 por ciento), siendo cinco de ellos ingresados en el mismo. De los 62 casos atendidos en los servicios de urgencia de los centros hospitalarios públicos, 31 (63,6 por ciento) fueron ingresados en los mismos.

Síntomas

La exposición a temperaturas elevadas produce efectos directos sobre el organismo, desde ligeras molestias al golpe de calor que puede evolucionar a un coma e incluso ocasionar la muerte. También puede producir descompensaciones de las enfermedades crónicas, como las cardiovasculares o las renales, empeorando el pronóstico de las mismas. La mayor mortalidad se ve favorecida por diferentes circunstancias como la edad, la toma de diferentes medicaciones u otras circunstancias socioeconómicas.

Además de calambres, producidos por la pérdida de sales minerales, de agotamiento y deshidratación, el diagnóstico más común derivado de una exposición prolongada a altas temperaturas es el golpe de calor, que se manifiesta con nauseas, vómitos, dolor de cabeza, piel caliente y enrojecida, aumento de la temperatura corporal por encima de 40 grados, inestabilidad al andar, mareos, pudiendo llegar a tener convulsiones y coma.

Ante estos casos y tras alertar al Servicios de Emergencia 112, desde la Consejería de Sanidad se recomienda colocar al enfermo a la sombra, quitarle la ropa y, en el caso de que esté consciente, colocarle con la cabeza ligeramente elevada y ofrecerle abundante agua, además de refrescarle con agua o hielo la cara y las axilas. En caso de que pierda el conocimiento, se debe colocar tumbando con las piernas flexionadas y en ningún caso se le deben intentar dar líquidos.

Consejos

Para evitar los problemas de salud provocados por las altas temperaturas, en los días más calurosos se debe evite salir de casa durante las horas centrales del día (entre las 12 del mediodía y las 18.00 horas). Además, se debe beber abundantes líquidos, sin esperar a tener sed, sobre todo agua y zumos de fruta ligeramente fríos y evitar comidas copiosas y muy calientes y no abusar de las bebidas alcohólicas.

Al mismo tiempo, se debe reducir la actividad física, usar ropa de tejidos naturales, ligera y holgada, de colores claros, sombrero, gafas de sol y cremas protectoras solares. Además, se recomienda mantener bajadas durante el día las persianas de la casa y vigilar las medidas higiénicas de conservación de los alimentos.

Sanidad también recuerda que los bebés menores de seis meses no deben tener contacto directo con el sol y que antes de salir de casa se deben aplicar protectores solares sobre la piel limpia y seca, crema que se debe renovar cada dos horas y después de cada baño.

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