La consejera de Sanidad, Verónica Casado, reconoció que no habrá policía suficiente si cada uno trata de hacerse “trampas al solitario” esta Navidad, cuando se aplicarán las medidas acordadas entre el Gobierno y las comunidades. Además, recordó que la flexibilización de las limitaciones serán las previstas siempre que la situación del COVID-19 no empeore.
En la comparecencia posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, Casado insistió en que las medidas adoptadas pueden ser moduladas si la situación epidemiológica y sanitaria empeora, puesto que, argumentó, se busca el “equilibrio” entre la prevención de los contagios y unas fechas marcadas por los encuentros familiares y sociales. Por ello, señaló que si se aplican las restricciones y recomendaciones se puede “asumir ese coste”.
De esta forma, Verónica Casado recordó que se establecerá el cierre perimetral de la Comunidad desde el 23 de diciembre al 3 de enero, pero que se podrá acudir a casa para reuniones con familiares y allegados, siempre que nos se superen las diez personas, niños no incluidos, con la recomendación de que sean como máximo dos unidades de convivencia. Así, no se podrá ir a segundas residencias, ni hacer turismo en otro territorio.
También el toque de queda se amplía a la 1.30 horas los días 24, 25, 31 de diciembre y 1 de enero para regresar al domicilio. Además, se permiten los eventos al aire libre, pero se recomienda evitar las aglomeraciones y limitar el contacto social. Por ello, hizo un llamamiento a la responsabilidad de cada uno en estas Navidades, en las que reconoció que se deben compatibilizar las restricciones que recomiendan los expertos y las indicaciones de los científicos sociales sobre las relaciones humanas.
En ese sentido, la titular de Sanidad defendió el acuerdo común alcanzado en el Consejo Interterrritorial del Sistema Nacional de Salud y celebró que la Comunidad de Madrid, pese a votar en contra, haya anunciado que se adhiere y lo aplicará en su territorio. “Nos alegramos mucho”, dijo.
Finalmente, el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, destacó que el acuerdo común ofrecer “cierto grado de certidumbre y seguridad”, frente a la “carrera” para ver “quien es más o menos simpático o más o menos restrictivo”. “Somos solidarios y somos leales”, dijo al reconocer que se habían asumido medidas menos duras que las que planteaba la Comunidad, con el objetivo de que hubiera un pacto.