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DA EL director general de Protección Civil de la Junta de Castilla y León, Fernando Salguero, recibió este viernes “como un gran honor” que el Ayuntamiento de Hospital de Órbigo y la comisión organizadora de las Justas Medievales del Passo Honroso personifiquen en él la decisión de que el cuerpo de Protección Civil sea el mantenedor de la edición número 19 de esta importante recreación histórica de la gesta de Don Suero, que tendrá lugar los próximos días 6 y 7 de junio.
La simbólica entrega del cargo de mantenedor a Salguero, que presidirá las justas el próximo domingo, tuvo lugar esta mañana en un acto organizado en la Academia Básica del Aire de la Virgen del Camino, con presidencia del alcalde de Hospital de Órbigo, Enrique Busto.
En él, el coronel director de la Academia, Juan Treceño García, mantenedor de las Justas del Passo Honroso 2014, dio el relevo a Salguero de un puesto honorífico que simboliza la entrega de la máxima autoridad en las batallas entre caballeros que se representan durante el festivo fin de semana en Hospital de Órbigo.
La comisión organizadora de la fiesta, declarada de Interés Turístico Regional y incluidas en la Confederación Europea de Fiestas y Manifestaciones Históricas, hizo entrega además a Fernando Salguero del traje a medida que vestirá bajo el palenque, como manda la tradición.
Enrique Busto insistió en los importantes valores que se dan en Protección Civil para ostentar el cargo de mantenedor, por su labor esencial a la sociedad, con su elevado nivel de preparación y coordinación, protegiendo y asistiendo a la sociedad ante cualquier tipo de desastre, accidente o aglomeración masiva de personas, algo que además realizan de manera altruista.
Y más en el caso de las Justas, que son un éxito que disfrutan más de 35.000 personas cada año gracias a la colaboración profesional de sus voluntarios.
Las Justas Medievales del Passo Honroso recrean con enorme fidelidad las espectaculares batallas organizadas por Don Suero de Quiñones a la sombra del puente medieval de 20 ojos de Hospital de Órbigo allá por el año 1.434, una gesta de origen amoroso que fue incluso glosada por Miguel de Cervantes en El Quijote.
