Sacyl rebajó a más de la mitad el ritmo de conciertos quirúrgicos a lo largo de 2019, con cifras sin precedentes desde 2014, según los últimos datos facilitados a Ical por la Consejería de Sanidad que indican que en octubre las derivaciones de pacientes para ser intervenidos en centros externos con fondos públicos sumaban 2.860, con una media mensual de 286 procesos. Son cifras que contrastan con la media registrada desde 2015, a un ritmo de 653 procesos por mes en ese ejercicio, que en 2016 cayeron a 479, mientras que en 2017 y 2018 volvieron a crecer ligeramente hasta los 519 y 516 conciertos mensuales, en cada caso. En el histórico, no se había cerrado una cifra más baja desde 2014, cuando hubo 2.946.
El balance no incluye los dos últimos meses del año, tiempo en el que la Gerencia Regional de Salud suele pisar el acelerador para cumplir los objetivos de lista de espera. En algunos ejercicios ha llegado a multiplicar por dos la derivación, algo que de haber ocurrido este ejercicio tampoco alcanzaría la actividad de otros. No parece haber sido así, a tenor de las últimas declaraciones del gerente de Sacyl, Manuel Mitadiel, y del propio vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, tras conocerse que la lista de espera ha crecido en 6.739 pacientes, un 29,91 por ciento, sobre el año pasado, hasta alcanzar los 29.263, y ha retrotraído la situación a datos de 2015.
Ambos han reconocido la reducción de los conciertos desde el mes de marzo con respecto a otros ejercicios, todo pese a que Castilla y León ha presumido siempre, con cifras del Ministerio de Sanidad en la mano, de ser una de las autonomías que menos concierta con la privada, y que desde diversos sectores se considera que, dentro de un uso razonable, los conciertos sanitarios son necesarios para contribuir a la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) y garantizar su equidad.
Desde 2002, los conciertos de pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas nunca han llegado a sobrepasar el cinco por ciento sobre el total del gasto, con la excepción de 2011. Entonces se alcanzó un 5,06 por ciento que se cerró con un cuatro por ciento en 2015, para ir caer al 3,95 en 2016; al 3,84, en 2017, y al 3,97, en 2018. Mientras, en España, el dato más bajo desde 2002 fue del 9,1 por ciento, dato que ha llegado a elevarse al 10,5 por ciento en 2002. En los últimos ejercicios, ha rondado entre el 9,2 de 2010 y el 9,6 de 2015.
Evolución del gasto
Por lo que respecta al gasto, sólo en intervenciones quirúrgicas, hasta octubre de 2019, Sacyl destinó 3,54 millones de euros a conciertos, la mitad que en 2018 cuando esta partida se elevó a 7,2 millones. Desde 2015, la cifra ha oscilado entre los 6,17 millones de 2016, y los 9,4 de 2015. Hace tres años el presupuesto se cerró con 6,6 millones.
Si se analizan los datos por provincias, llama la atención que en los diez primeros meses del año 2019 no se registrara ningún concierto quirúrgico en las provincias de Burgos y Palencia. Las provincias con mayor actividad fueron Valladolid, con 948; Salamanca, con 770, y León, con 663. Después se encontró Zamora, con 338. En Segovia los conciertos se limitaron a 25 y en Soria, a 28.