Restauradas las pinturas murales de la Sala Moruna del monasterio cisterciense de Santa María de Carrizo

Su origen se remonta al siglo XVI
Monasterio Cisterciense Trapense Santa María de Carrizo. / monasteriocarrizo.es

La Consejería de Cultura y Turismo de la Junta ha restaurado las pinturas murales de la Sala Moruna del monasterio cisterciense de Santa María de Carrizo, una obra de inspiración mudéjar que podría haberse realizado en las importantes reformas acometidas en el claustro durante el siglo XVI, junto con la sala capitular.

En 1974, el monasterio fue declarado Bien de Interés Cultural e inmediatamente se sucedieron campañas de obras centradas en la iglesia, la Sala Capitular o el claustro, sin que ninguna de estas actuaciones afectara directamente a la sala de las pinturas. En el revestimiento de los cuatro paramentos de la estancia se documentaban pérdidas más o menos extensas, producidas por desprendimientos o vinculadas a las reformas padecidas. Además, según se informa desde la Junta, también había “amplísimas zonas ahuecadas, fracturadas y completamente deformadas, de manera que entrañaban un riesgo inminente de desprendimiento”.

Este edificio monástico constituye, junto a los de Gradefes, Sandoval y Carracedo, la más notable serie de fundaciones cistercienses de la provincia de León. Fue fundado en 1176 bajo el patrocinio de Estefanía Ramírez, viuda del conde Ponce de Cabrera, noble de la corte de Alfonso VII, aunque el edificio del monasterio ya se había comenzado en características románicas. Recibió múltiples donaciones y a finales del siglo XII quedó bajo la jurisdicción de las Huelgas Reales de Burgos. En 1835, sufrió la Desamortización. Sus monjas se trasladaron entre 1868 y 1871 al monasterio premostratense de Villoria, regresando luego a Carrizo, donde permanecen.

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