Violeta R. Oria
León.- Las pesquisas policiales para esclarecer el asesinato de Isabel Carrasco continúan. Montserrat Triana Martínez, hija de la presunta asesina y su supuesta colaboradora en el crimen, tenía un loft en la calle Cruz Roja, al lado de la gasolinera de esta calle, prácticamente en su esquina con Padre Isla. Esta era su vivienda habitual hasta la fecha. Ayer, según han confirmado a este periódico vecinos y comerciantes de la zona, la Policía Nacional hizo un registro en el piso, próximo al embargo y que Montserrat había intentado vender sin éxito, dado su elevado precio y, al parecer, debido también a unos problemas con la calificación de un trastero integrado en la vivienda. Este sería el piso en el que madre e hija habrían urdido su plan. Aunque Montserrat González vivía en Astorga, con su marido, comisario de Policía en esta ciudad, frecuentaba muy a menudo la casa de su hija en León. “Estaban muy unidas, eran uña y carne”, han comentado a este periódico conocidos de ambas.
Por otro lado, fuentes policiales han manifestado al Diario de Astorga que la actuación del policía jubilado que siguió a una de las sospechosas tras ser testigo de los disparos a Isabel Carrasco ha sido la clave para la detención de ambas. A pesar de que las sospechosas no han pasado todavía a disposición judicial y que a fecha de ayer, antes del decreto de secreto de sumario, se sabía que negaban los hechos, la identificación que de ellas ha hecho este policía y su llamada a las fuerzas de seguridad, mientras seguía presuntamente a la madre, propiciaron la detención de ambas, frente al edificio de los sindicatos León. Allí estaba esperando en su Mercedes deportivo Montserrat Triana a su madre para darse a la fuga, cuando fueron interceptadas.
Mientras, se sigue ‘peinando’ el río en busca del arma homicida, presuntamente una 9 milímetros. La policía teme que se trate de un arma no registrada, lo que dificultaría la investigación. Las mismas fuentes se ponen en el supuesto de que el policía jubilado no hubiera ‘pillado’ a las dos mujeres. Sin su actuación y en el supuesto de que el arma no esté registrada el caso no se hubiera resuelto tan rápido. Al menos esto es lo que piensa la policía de una actuación tan “descabellada”, en resumen, que todo parece indicar que la presunta asesina y su hija pensaban realmente que no las iban a coger.