Refugiados comparten en Astorga sus historias, esperanzas y anhelos

Más de una treintena de refugiados conviven en el centro de Accem en Pradorrey, a escasos kilómetros de Astorga. Algunos han llegado a España huyendo de conflictos bélicos o situaciones de emergencia social. Procedentes de Venezuela, Colombia, Siria, Honduras y Nicaragua comparten techo desde hace poco en el hogar que Accem ha ubicado cerca de Astorga. Este jueves han salido a la calle para compartir sus historias, sus esperanzas y anhelos para esta tierra. Casi todos echan de menos a sus familias y la comida que dejaron atrás. “Salimos hoy 20 de junio, Día Mundial de los Refugiados, a la calle para dar visibilidad a la situación en la que viven estas personas y acercar el trabajo de Accem a la ciudadanía”, explicó este jueves Lucía Hdit Osorio, responsable del centro.

El de Astorga es un centro para refugiados en los que se llama ‘fase 0’, todavía no tienen los permisos para buscar trabajo y su llegada al país es reciente. “Necesitan apoyo psicosocial, atención médica y escolarización de los niños”. Uno de ellos, no quiere que su nombre salga en la prensa, lleva años separado de su mujer y una hija a la que no conoce. Militar, hace siete años se negó a participar en el conflicto bélico de Siria y se convirtió en disidente perseguido. Salió con su familia, que ahora vivie en Jordania, de donde también le echaron y viajó a Turquía donde, a través de una mafia de trata de personas logró llegar a Grecia en patera. Desde allí consiguió llegar a Austria, de donde le echaron y llegó a España. “No sabe cuándo va a volver a ver a su familia. No tienen protección internacional por el momento y están pidiendo los papeles para que se la den”, explica Lucía en su nombre.

Otro de los casos es el venezolano Jesús Alexander Ríos Mugica, refugiado procedente de Venezuela. Como él tantos otros que han huido de Venezuela dada la conocida situación de crisis humanitaria que vive en la actualidad el país. “Vi España como una opción y aquí he encontrado receptividad. Ha sido duro dejar el hogar que fui construyendo durante los últimos 25 años y con mi familia cerrar la puerta de nuestra casa sin saber cuándo vamos a volver. Mi hija está ahora embarazada y hemos solicitado protección internacional y regular nuestra situación para poder encontrar un trabajo. De veras que espero aportar a la comunidad”, relata el refugiado venezolano.

Durante toda la jornada de este jueves Accem muestra en Astorga la situación de los refugiados. Sobre la mesa, cuatro contenedores en los que dentro se pueden leer las esperanzas, sueños, historias, prejuicios y añoranzas de quienes han dejado su país por obligación.