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Tal y como indica el propio nombre, un brazo de suspensión del coche es un elemento que forma parte de la suspensión del vehículo. Interconecta dos puntos; lo más habitual es que sea un punto de la carrocería del propio coche y otro de la rueda.
Si quieres conocer con más detalle a lo que estamos haciendo referencia, y porque es tan importante para que el vehículo funcione, este artículo es para ti.
Como ya hemos indicado, el brazo de suspensión es una conexión entre 2 puntos del coche.
– El primer punto suele ser la carrocería del propio vehículo, aunque también podríamos estar hablando del chasis.
– El segundo punto podría ser una rueda, una mangueta, pivote de dirección y hasta otro brazo de suspensión.
La función del brazo de suspensión es establecer la posición relativa de la rueda en relación al chasis/carrocería. Además, también se emplea como sistema de transmisión de una parte de los esfuerzos que tienen que aguantar los neumáticos y la carrocería.
Es posible encontrar diferentes tipos de brazos de suspensión:
– Brazos de suspensión horizontales: dependiendo de los puntos de articulación que posean, también se les llama triángulos o trapecios.
– Brazos verticales: dentro de la categoría de los brazos verticales podemos destacar los brazos tirados.
Además, también existen mecanismos auxiliares que pueden complementar a los brazos de suspensión de diferentes maneras. Dentro de esta categoría podemos encontrar diferentes clasificaciones, cómo los brazos de guiado, brazos de control, tirantes de reacción, bieletas, entre otros.
El brazo de suspensión puede estar diseñado en diferentes materiales, como es el caso de acero fundido o acero forjado, chapa forjados/fundido o aluminio.
En cualquier caso, se busca un tipo de material que sea muy duradero, además de aguantar el desgaste, la oxidación y que pueda ofrecer una experiencia de conducción lo más cómoda posible, minimizando la posibilidad de que se pueda producir cualquier tipo de problema.
Como en cualquier otro componente, las innovaciones en los brazos de suspensión están a la orden del día. Por ejemplo, es posible encontrar estabilizadores de suspensión con rótulas endurecidas por inducción para conseguir una mayor durabilidad y resistencia.
Por lo general, estos brazos son bastante robustos y no se suelen romper. Sin embargo, en el caso de que notes que la dirección se ha vuelto esponjosa, si escuchas sonidos anómalos, o si las ruedas se están desgastando de manera irregular, puede que el problema sea el brazo de suspensión y haya que cambiarlo.
Sin embargo, hacer la sustitución del brazo de suspensión es complicado: la razón de ello es que se necesita una herramienta especial para hacer presión en el rodamiento del trapecio sobre el trapecio.
Estas reparaciones tan solo podrán realizarlas aquellos profesionales en mecánica. De lo contrario, podríamos llegar a estropear otras piezas importantes del vehículo. Es mejor dejarlo en manos del taller.
Fuentes
https://www.repuestoscoches24.es/recambios/brazo-de-suspension
